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Entrevista al Cronista Oficial de Cabra, Antonio Moreno Hurtado, sobre el caso "Odyssey".
11.08.09 INVESTIGACIÓN - Escrito por: F.O.M.C.
 Como ya informamos en días pasados, el Cronista Oficial de Cabra y miembro de la Real Academia de Córdoba, Antonio Moreno Hurtado, dio a conocer en el transcurso del XV Curso sobre Franciscanismo que se celebra en Lucena, el hallazgo de un documento que puede demostrar la soberanía española de unas 500.000 monedas de oro y plata halladas por la empresa estadounidense Odyssey entre los restos de la fragata de guerra «La Mercedes», que fue hundida el 5 de octubre de 1804 en la batalla del Cabo de Santa María, en El Algarve portugués, por la marina inglesa, y que estaba tripulada por 315 personas. En entrevista concedida a La Opinión, Moreno Hurtado aclara algunos datos más de los expuestos en su conferencia.
• ¿Cuáles ha sido los pasos previos hasta llegar a los razonamientos expuestos por usted, sobre la soberanía del tesoro que transportaba el barco?
He seguido con interés el proceso judicial en estos dos últimos años, pero ha sido ahora, a la vista de los acontecimientos, cuando me he decidido a intervenir.
Desde hace tres años vengo trabajando en el tema de la Ruta de las Indias, con lo que el hallazgo de los restos de la “Mercedes”, hace dos años, ha hecho que me interese más por este tema en concreto.
He podido seguir por la Prensa la estrategia de los abogados de la empresa Odyssey, tratando de confundir al juez Mark A. Pizzo, de Tampa (Florida), con una serie de argucias legales que están retrasando el final del pleito.
Conforme el juez norteamericano ha ido dando sentencias parciales a favor de España, los abogados de Odyssey han ido inventándose excusas para enturbiar el proceso.
Primero, negaron que el pecio o restos del navío fuera el de la fragata de guerra “Mercedes”. Después, negaron al Gobierno de España la soberanía o inmunidad soberana sobre un hallazgo hecho en aguas internacionales. Luego, se oponían a que una comisión de expertos españoles analizara las monedas (y tenían sus motivos). Ahora dicen que las monedas son de los descendientes de aquellos mercaderes que enviaron sus mercancías y ahorros en dicha fragata…
El problema es que España, según mis noticias, tiene de plazo hasta finales de este mes de agosto para presentar alegaciones ante el juez Pizzo. Muy poco tiempo, si tenemos en cuenta la época de vacaciones en que nos encontramos.
• ¿Cómo dio con estos documentos tan reveladores?
Es el resultado de muchas horas de trabajo en diversos archivos oficiales, especialmente en el Archivo General de Indias y en el Histórico Nacional, en la Sección de Ultramar.
Estos descubrimientos rara vez son fruto de la suerte o de la casualidad.
Hasta la Paz de Amiens (1802), mucho dinero de la Corona española estaba retenido en los puertos de la Indias, en espera de una oportunidad de hacerlo llegar a España.
Fíjese usted que, en noviembre de 1802, pocos meses después de haberse firmado el armisticio, la Corona ya tenía preparadas en el Ferrol las fragatas “Mercedes” y “Clara” para un viaje, en pleno invierno, que trajera estos caudales a una nación que ya venía sufriendo los efectos de una larga guerra real, que luego se iba a convertir en económica.
Una serie de circunstancias hizo que las fragatas no pudieran salir de Montevideo hasta el mes de agosto de 1804 y que no llegaran ante la costa portuguesa hasta casi dos años después de lo previsto.
• El hecho de que las monedas halladas sean de un mismo año de acuñación podría determinar que no hubieran sido todavía puestas en circulación cuando el barco se hunde ¿Cómo llegó a esta conclusión?
Las declaraciones de la Comisión de Expertos van en el sentido de que las monedas de oro y plata fueron acuñadas en el año 1803. Teniendo en cuenta que, luego, hay un proceso de control de calidad y de toma de decisiones para ponerlas en circulación, parece muy probable que, cuando se embarcan en el puerto del Callao en marzo de 1804, eran monedas “flor de cuño”, es decir que no habían circulado todavía y que venían directamente de los almacenes de la Casa de la Moneda de Lima hacia España. En concreto, a la Real Hacienda.
Los documentos que yo he encontrado prueban que el día 30 de marzo de 1804, el Virrey del Perú había ordenado cargar en las bodegas de las fragatas de guerra “Mercedes”, “Clara” y “Asunción”, unas remesas importantes de caudales, procedentes, entre otros, de las Rentas del Servicio de Correos y de la Contribución de Impuestos.
Las fragatas salieron el día 31 para Montevideo, donde debían reunirse con otras dos fragatas, antes de salir para España. Al final, la “Asunción” no pudo hace el trayecto de Montevideo a la Península y la “Mercedes” y la “Clara” se repartieron su carga.
Se trataba de una gran cantidad de moneda, que venía en unas cajas metálicas perfectamente cerradas, selladas y numeradas.
¿A quién se le puede ocurrir que tantas monedas iguales procedan de los negocios de varios mercaderes y comerciantes? El peso tenía ya una historia de más de doscientos cincuenta años en las Indias. Eran siempre iguales, cambiando únicamente la efigie del monarca y la fecha de su acuñación.
¿No es raro que no se hallan encontrado pesos de diversas acuñaciones y monarcas? Estamos hablando de mercaderes con tiendas al público, que hacen caja todos los días…
• Se daba por hecho, hasta su rueda de Prensa en la localidad cordobesa de Lucena, que la fragata de guerra “Mercedes” se llevó al fondo del Atlántico 249 almas y la fortuna acaudalada por soldados y mercaderes en las Indias. Este descubrimiento ¿daría un giro de 180 grados sobre la propiedad del dinero?
Este dato se debe a una errónea interpretación de una conocida enciclopedia naval de finales del siglo XIX. El registro de mercancías y caudales de las cuatro fragatas salidas del puerto de Montevideo confirma que, además de mercancías y dinero de particulares, las fragatas llevaban más de un millón trescientos mil pesos en moneda, pertenecientes a la Corona Española. La mayor parte de los cuales iban en las fragatas “Mercedes” y “Clara”, que procedían del puerto del Callao.
Casi todos los historiadores coinciden en que la “Mercedes” llevaba en sus bodegas más de un millón de pesos en moneda, cuando la hunden los barcos ingleses. Lo que nos hace pensar que una cantidad similar a la rescatada todavía permanece en el fondo del mar, frente al Cabo de Santa María. Posiblemente allí estén las monedas de los citados mercaderes, con un buen surtido de monarcas y fechas.
• ¿Cómo espera que reaccione el gobierno español con este hallazgo? ¿Qué nos cuenta sobre la necesidad de crear una comisión que aborde una actuación paralela?
Me imagino que, a la vista de los documentos que aporto, se tomarán medidas para que los abogados que defienden los intereses de España en este pleito, presenten copias legalizadas de los mismos ante el juzgado de Tampa, dentro del plazo concedido.
Por otra parte, sería conveniente que personas especializadas del Ministerio de Cultura o de la propia Real Academia de la Historia sigan indagando en las fuentes documentales oportunas por si aparecieran nuevos documentos que apoyen nuestra tesis.
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