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Crónica del Pregón de la Semana Santa 2009
02.04.09 - Escrito por: Andrés Luna Ruiz
 Nuestro colaborador Andrés Luna Ruiz, nos realta una crónica del Pregón de la Semana Santa 2009, que Pedro Aserrador realizaba el pasado domingo en el Teatro El Jardinito. Un pregón que hará historia por muchas razones, como ser el primero que tiene lugar en este espacio escénico o el uso de las tecnologías actuales gracias a los recursos del Teatro, más no por eso un Pregón en el que su autor nos brindó sentimientos, vivencias y recuerdos cofrades, en un recorrido por los días grandes de nuestra Semana Santa y sus cofradías.
CRÓNICA DEL PREGÓN.
En el marco incomparable del Teatro “El Jardinito”, llegado el medio día de 29 de Marzo, los cofrades nos preparábamos para participar del pregón que minutos después, nuestro hermano Pedro Rafael Aserrador Chacón, nos anticiparía en unos días la llegada de nuestra semana mayor.
Allí sentado y con ganas de que todo empezara, recordaba como allá por el mes de Agosto, Pedro me comentaba que había sido designado para pregonarla. Conocedor en parte de sus nervios, intuía que los siguientes meses serían tediosos y complicados para nuestro pregonero. Cuando aún recordaba aquellos momentos vividos durante el verano, sonaba de fondo “Cruz Parroquial”.
En el escenario, la presencia de las hermandades de Cabra, representadas por sus bacalaos, banderas o estandartes serían igualmente testigos de la proclamación de la vida, muerte y resurrección de nuestro señor Jesucristo. Acto seguido, “Aniversario de Pasión en Cabra” comenzaba a sonar. Quedaba menos para que el acto en sí se iniciara.
Como no podía ser menos, los sones de Soledad Franciscana pasarían el testigo al Fray Guillermo Triano Luna, pregonero ya de nuestra semana santa y perfecto conocedor, amigo y co-fundador de la Hermandad del Lavatorio de Cabra.
Una vez finalizada la presentación, la pantalla audiovisual colocada para la ocasión, fue alzada dejando ver el altar que presidiría el pregón, por un lado el respiradero frontal del misterio del Lavatorio sobre el que descansaban un costal bordado con la imagen del Señor del Lavatorio, el llamador que (D.M.) se estrenará en la Noche de Ramos, una corneta, el busto de Judas, un centro de flores y el estandarte de la cofradía.
Debido posiblemente a sus nervios y con la intención de acomodarse a su atril, mientras la marcha procesional “María Santísima del Sol” sonaba, con paso lento y pausado Pedro accedió al escenario que lo acompañaría durante su pregón, en su camino se paró delante del altar, se santiguó, besó la medalla de “su hermandad” y la depositó; se dirigió hacia el atril, allí una cruz que días antes le había regalado el anterior pregonero de la Semana Santa, Vicente Córdoba Arroyo, le acompañaría durante su pregón.
Tras los aplausos recibidos por la A.I.M. Banda de Música de Cabra, la voz del pregonero se hizo palpable, antes del saludo inicial para los allí presentes, comenzó su oratoria con el relato de los sentimientos y sensaciones que le habían acompañado en la decisión de “acepto pregonar”. Agradeció de manera entusiasta a la Virgen de la Sierra, el haberle escuchado en aquella difícil y a la vez responsable decisión.
De todos es conocido la trayectoria cofrade de nuestro pregonero, aunque la mayor parte de su vida, cómo el muy bien dice “es como si fuera mi tercera hija” ha sido al lado de su hermandad del Lavatorio, presente en ella desde su reorganización en 1981 y de la que ha sido Hermano Mayor, Tesorero y Mayordomo. Agradeció públicamente la paciencia de su mujer y agracedió a Dios la llegada de sus dos hijas, que como indicó debe enseñarlas en la transmisión del caudal de la fe, para que pase de generación en generación. Además le dedicó al pregón a su madre, orgulloso de la labor que había desempeñado durante toda su vida.
Por ello y tras la alusión de la entrada triunfal de Jesús en las particulares calles de nuestra ciudad, un audiovisual dejo pasó a la descripción del Lavatorio, en la que destacó la humildad que debe imperar en el espíritu cofrade. El texto, extraído en parte de un texto de 1892, nos adentraba en el Jueves Santo (también conocido como “El Día de los Misterios”) en el que se celebran los misterios DE LA HUMILDAD y ABATIMIENTO DE JESUCRISTO EN EL LAVATORIO DE LOS PIES A SUS APÓSTOLES y el MISTERIO DEL AMOR DE JESÚS. Nos presentó a Jesús como modelo de Humildad, que lava los pies incluso a aquel cuyo corazón corrupto por 30 monedas de plata, lo entrega a sus enemigos.
Acto seguido, una breve introducción acompañada de una poesía/oración, recorrió todas y cada una de las hermandades que conforman nuestra Semana Santa. Intercaladas en ese caminar cofrade ensalzó la figura del costalero y manifestó su más sincero agradecimiento hacia su labor, así como el merecido reconocimiento a su trabajo con la designación de la c/ Vado del Moro, como “Avenida del Costalero”.
Destacaría varios momentos, siempre desde mi punto de vista, en el que destacó la labor de la Cofradía de la Piedad y de los Remedios, vecinas de la hermandad del Lavatorio en la Iglesia del Cerro, destacando en la primera el espíritu joven que había impregnado y por otro la labor que desempeñan un grupo de hermanas rezando todos los Jueves, delante de la Virgen de los Remedios, el rosario. Nos comentó la manera tan peculiar que el capataz tenía de llamar a los primeros costaleros de la Virgen de los Dolores, “los novios de la muerte” de la que Pedro formo parte activa.
Otro de los momentos más emotivos fue cuando recordó a todos aquellos que ya no están con nosotros, desde costaleros hasta saeteros y los alentó para que desde el balcón del cielo nos guíen en nuestro caminar cofrade.
Durante el pregón, dos jóvenes (su hija mayor y su sobrino) que representaban a una familia en la que él no llevaba una vida muy correcta, hablan con Dios a través de una llamada telefónica, en la que éste le acoge en su seno a pesar de sus actos y le pide que transmita su enseñanza.
Pero si tuviera que destacar algo en especial, lo tengo claro, aquel querubín que había querido estar junto al manto protector del Señor del Lavatorio. Ese niño que ya está junto a Jesús y que quiso acompañarlo días antes de su salvación celestial.
Recordó la figura que debe desempeñar la familia en la sociedad actual, la labor pastoral y de concordia que debe guiar el camino de las hermandades y antes de finalizar quiso alabar la figura de la Virgen María, por lo que la Capilla Musical “Ntra. Sra. de la Asunción y Ángeles” entonó el Dios te salve María. Junto a su hija más pequeña, Pedro se colocó delante del altar mientras que la imagen de la Virgen del Amor Fraterno, como si bajara del cielo acompañó el toque del llamador que anunció la cuenta atrás del comienzo de la Semana Santa Egabrense.
Tras un fuerte aplauso y con los sones de Cofradías Egabrenses, tomo entre sus manos y apretó fuerte, las pastas que una semana antes, hermanos de la cofradía del Lavatorio le habían regalado, para que en ellas, los sentimientos de los cofrades egabrenses nunca quedaran en el olvido.
Enhorabuena Pedro, gente como tú, cofrades de pro e integrados en nuestra santa tradición, nos deben servir como guías para que nuestra semana mayor se consagre como una de las mejores dentro del panorama cofrade andaluz.
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