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Así se ha indicado a través de una publicación en redes sociales, en las que se incluye la escritura por la que el patronato encarga y recibe el trazado y planta del nuevo edificio en que se iba a instalar el colegio, en las casas del fundador, situadas en la actual Placeta de San Agustín.
Ya se habían hecho algunas referencias a esta posibilidad, por parte de Antonio Moreno Hurtado, y ahora, con la aportación del documento original se encuentran los detalles por los que los que un 24 de julio de 1679, ante el vicario de las iglesias de la entonces villa de Cabra, el Patronato, por medio de los superintendentes aprueba el pago de 150 ducados en reales al maestro mayor de obras José Granados de la Barrera.
Aprueban y firman el documento, junto al citado vicario y al escribano de número, el «padre maestro Fray Martín de Ayllón, prior del Convento de señor Santo Domingo y el padre Fray Juan de León, prior del convento de señor San Juan de Dios, superintendentes del colegio de Nuestra Señora de la Concepción que dejó fundado el licenciado don Luis de Aguilar y Eslava, presbítero, 28º que fue de esta villa, difunto».
En el documento, que se incluye en el legajo titulado «OBRA. Quaderno de la obra deel colegio de nuestra Señora de la Conzepcion deesta villa de Cabra que mando fundar el sr. Lizdo. Don Luis de Aguilar y Eslava. Presvítero vezº deesta dicha villa. 1680. Principia en 1679», se da fe del testimonio que dijeron los citados superintendentes, «que don Joseph Granados de la Barrera, maestro mayor ha trazado ahora dos plantas para la fábrica de dicho colegio y las han ajustado con el susodicho en ciento y cincuenta ducados en reales, y para que se satisfagan dispusieron se despache libramiento para que don Juan Andrés Gómez de Aguilar, administrador y depositario de la hacienda que quedó por fin y muerte de dicho licenciado don Luis de Aguilar, le de y pague al dicho don Joseph Granados los dichos ciento y cincuenta ducados en reales que con la dicha libranza y recibo al pie de ella de dicho don Joseph los habrá bien pagado y se le recibirá en cuenta en las que diere de dicha administración y lo firmaron... » en la fecha del 24 de julio de 1679, apenas seis meses después de la muerte de Aguilar y Eslava.
Con este documento y el estudio que se está haciendo del expediente, se puede afirmar - como han señalado desde el Centro de Estudios Vargas y Alcalde - que «los cimientos y portada del actual monasterio e iglesia de las Angustias, de las Agustinas Recoletas de Cabra, son obra del genial arquitecto barroco egabrense y en las que también participó Melchor de Aguirre».
Se puede ver en el edificio de las Agustinas, la cimentación en piedra caliza de Cabra del muero que da a la placeta, así como la parte de la portada de la iglesia que estaría destinada a ser la entrada del Colegio. Finalmente el patronato de la Fundación, decidió adquirir la conocida como «Casa Grande», una edificación de principios del siglo XVII que fue comprada a la condesa de Cabra en 1689, descartando terminar la obra en la que había sido vivienda de Aguilar y Eslava que fue vendida para la instalación del nuevo convento de las Agustinas.
La obra la trazó y diseñó siendo ya Maestro Mayor de obras de la Catedral de Granada, cargo que ocupó Granados de la Barrera entre 1667 y hasta su muerte en 1685, por lo que desde el Centro de Estudios Vargas y Alcalde, se plantea que sería su colaborador directo, Melchor de Aguirre, quien se encargara de la ejecución.
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