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Esta Orquesta, que aún no se había escuchado en Cabra, pertenece a la Fundación "Antonio Gala" para Jóvenes Creadores, de Córdoba y ha sido un acierto que el Ayuntamiento en su Área de Cultura, en la persona de su responsable José Luis Arrabal Maíz, haya traído a nuestra ciudad esta Camerata, dónde ha dejado un "buen sabor de boca" en su magnífica actuación.
Tras la presentación del Concierto en el programa de mano entregado a la entrada, con datos sobre la orquesta, dirección y solistas, se pasó al desarrollo del mismo.
Tomó la batuta el sevillano Alejandro Muñoz, como director titular de la Camerata, que la llevó, como era de esperar, con seguridad, logrando de ella un sonido sutil muy determinante de las obras programadas, al que correspondieron los músicos.
No era la primera vez que pisaba el escenario egabrense, pues ya había dirigido aquí a la Joven Orquesta de Córdoba, de la que también es titular, en 29 nov 2015 y en 23 jun 2016, en esta última fecha con el solista egabrense Carlos R. Martínez Arroyo, que hizo el Concierto para Violín y Orquesta en RE M Op. 61 de Beethoven, en un concierto para recordar por ambas partes. Alejandro que ha hecho sus estudios musicales en el Conservatorio Superior de París, ha trabajado como director invitado de varias orquestas andaluzas y como instrumentista, pues es violinista, ha trabajado también con directores de la talla de Pierre Boulez, Daniel Barenboim, Kurt Masur, López Cobos, etc. en las Salas más importantes de Europa.
En esta faceta de violinista, lo conocemos como profesor de la Orquesta de Córdoba, en la que está en su plantilla desde 2006.
Y sonó la música con la primera obra de la noche. Uno de los seis famosos conciertos barrocos de Juan Sebastián Bach (1685-1750), el Concierto de Brandemburgo nº 4 en SOL Mayor BWV 1049 para violín solista y dos flautas, con 3 mov. En este concierto luminoso, no oscuro, tiene el violín concertino en su partitura una exhibición, que fue hecha por Lourdes Hierro magistralmente, a la que después escucharíamos con Tartini, junto a dos jóvenes estudiantes de flauta del Conservatorio Superior de Córdoba, Mª José Cardona y Rocío Bolaños, que no dieron un "paso en falso" en su complejo cometido, pues ya tienen una preparación musical muy consolidada al estar terminando sus carreras. Los aplausos y bravos sonaron tras esta gran actuación, dedicados al director, solistas y orquesta.
Lourdes Hierro nació en Córdoba (1980) y posee los Títulos Superiores de Violín y Música de Cámara. Ha perfeccionado sus estudios con músicos diversos, entre ellos Gonçal Comellas y Ara Malikian. Ha sido miembro de la OJA (Orquesta Joven de Andalucía) y de la Academia de Estudios Orquestales Barenboim-Said. En su repertorio camerístico ha tocado las sonatas de Beethoven, Brahms, etc. formando dúo con nuestro paisano, el pianista José García Moreno, en varios recitales por la geografía andaluza. En el extranjero ha hecho trabajos en Festivales de Viena, Francia y Finlandia. Compagina actualmente su actividad concertística con la docencia en el Conservatorio Profesional "Maestro Chicano Muñoz" de Lucena.
Las flautistas Mª José Cardona, valenciana de Benaguasil (1996) y Rocío Bolaños del Pozo, de Mancha Real (Jaén) (1996), están actualmente ambas, realizando su formación musical en el Conservatorio Superior "Rafael Orozco" de Córdoba, terminando 4º de Grado Superior. Ello no es óbice para que ya vayan haciendo sus "pinitos" en su especialidad, en diversos concursos y actuaciones en formaciones profesionales como "tutti" o solistas, que coadyuvan a su formación musical.
Después se escuchó el "Divertimento" en FA Mayor KV 138 de W.A. Mozart (1756-1791) con 3 mov. para orquesta sola que fue dicho, con su carácter alegre y mozartiano, con perfección total, sin un fallo, pues la música de Mozart parece que la conocemos todos y detectamos cualquier error. Muchas palmas.
En la 2ª parte una obra de virtuosismo violinístico, la sonata "El trino del diablo" en sol menor de Giuseppe Tartini (1692-1770), versión violín, con 4 mov. Aquí demostró Lourdes, una vez más, con su violín, como domina el instrumento, haciendo con él de todo, trinos, arpegios, escalas...Realizó una "cadenza" de antología. Recibió una estruendosa ovación y la orquesta, no le quedó a la zaga, en su exacto y delicado acompañamiento.
Por último otro Mozart, la Sinfonía nº 21 en LA Mayor, KV 134 con 4 mov. Una conjunción orquestal bajo la batuta de Alejandro Muñoz, que no dejó "cabo suelto", fue lo que escuchamos como cierre, con esta preciosa sinfonía, que se pone poco y no sé por qué. Entre opiniones que he leído sobre ella, una dice: "Una belleza de delicadeza. SUBLIME". La comparto. Fue deliciosa. Muchísimas palmas recibió la orquesta en su despedida junto a su director.
Ya ha pasado más de una década desde la inauguración del Teatro "El Jardinito" y se puede decir de él que por su escenario han desfilado grandes espectáculos, cómo óperas, ballets, orquestas, solistas, obras de teatro, representaciones carnavalescas, festivales como los "Cortos" cinematográficos y un sin fin de actos de la localidad y actuaciones de las más diversas, que han hecho del mismo un "templo" de la cultura de Cabra, de gran categoría.
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