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DESDE LOS MIRADORES: ANA Y LOS SIETE U OCHO
una sección de rafael valentín villar-moreno - Escrito por:
Hay ocasiones en que más vale escribir en frío, sobre todo si el tema sobre el que lo haces te impulsó a hacerlo de manera inmediata.
Resultado que amén de no sorprenderme confirma mi creencia de que el Partido Popular tiene travesía del desierto para rato. No se puede aspirar a gobernar a una nación a la que se insulta, porque cuando se insulta a País Vasco se está insultando a España, cuando se insulta a Cataluña se está insultando a España y cuando se insulta a Andalucía se está insultando a España, y esos territorios tienen habitantes que son quienes se sienten ofendidos y quienes votan. Las derrotas nunca son dulces, se pueden como los pestiños rebozar en azúcar o en miel, pero si la masa está amarga y tal como dice el tópico, con azúcar está peor.
La mayoría de las bases del Partido Popular se ven seriamente perjudicadas por la cúpula que tienen, hay mucha gente válida en ellas, muchos alcaldes y concejales moderados, honrados y trabajadores, que demasiadas veces y con sonrojo tienen que sacar su cara en defensa de la de otros que no se lo merecen, y lo más grave es que estos otros quizá sólo sean siete u ocho. Estas personas honradas y trabajadoras deberían conformar ese partido de derecha civilizada y europea que España demanda. A ellos me permito sugerirle que se fien menos de los argumentarios que les mandan los que mandan, y sean más críticos con quienes instalados en la calle Génova se aprovechan de su trabajo. Los argumentarios son productos de marketing que los obligan a defender cosas tan ridículas como la niña de Rajoy. Para arreglar estas cosa están los Congresos de los partidos y no para asistir a los mismos a votar lo que te manden. Ese si que es un voto cautivo.
Dicho esto me felicito como egabrense por tener en Cabra al menos dos chiquillos que no son analfabetos, y a los que nuestro pregonero Antonio Córdoba tuvo el acierto de hacer intervenir en el pregón. Muchos días, incluso meses antes de que Ana Mato abriera la boca, Antonio había previsto que sus alumnos le ayudasen. Pero la infinita bondad de Dios con sus criaturas, ha permitido que su hermoso gesto de MAESTRO, se convierta en la mejor respuesta a unas necias palabras, que a todos nos ofendieron y de manera muy especial a los que son profesionales de la enseñanza.
En mi ya lejana época militar tuve tiempo de hacer muchas cosas: recluta, maestro de analfabetos, Tirador de Ifni, opositor, policía armada, impresor, miembro de un consejo de administración, ascender tres veces... y puede que algo más, de ninguna de esas cosas terminé más orgulloso que de haber sido alfabetizador. Por cierto que el porcentaje de alumnos andaluces no era superior al de otras regiones y desde luego inferior al de Galicia, Canarias y Asturias, así que supongo que la evolución natural y posterior que la solución de este grave problema haya tenido habrá sido similar en toda España, y que por lo tanto nuestro número de analfabetos será por fortuna escaso y localizado en personas muy mayores.
Diferente tema es que esté de acuerdo con la actual enseñanza, esto es una asignatura pendiente de todos los partidos y donde si es necesario un gran acuerdo que evite que nadie imponga su modelo y que adoptada una ley sólo se pueda cambiar por mayoría cualificada. Nunca seré por fortuna para España ministro de educación, pero si por algún prodigioso milagro llegase a ese cargo firmaría un sólo decreto por el cual las únicas asignaturas de los dos primeros cursos de primaria serían la lectura y la escritura, hecho esto y de forma inmediata dimitiría. Cuando los niños saben leer y entienden lo que leen es cuando se les puede mandar que estudien otras materias. Lo demás es simple negocio editorial.
Rafael Valentín Villar-Moreno.
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