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Feliz Navidad
23.12.23 - Escrito por: Marías de Betania
Retomamos un artículo que publicábamos en 2007 de Marías de Betania para felicitar la Navidad 2023.
Llega la Navidad y el mundo entero se conmueve en un mar de sentimientos contradictorios que van desde la solidaridad con los necesitados hasta el consumismo más agresivo de la mayoría.
Es curioso ver cómo todos nos felicitamos en estas fechas deseándonos Feliz Navidad. Y es curioso sobre todo porque también lo hacen aquellas personas que durante todo el año se están declarando agnósticas y ateas. Y es que la Navidad se ha convertido en la fiesta universal por excelencia.
Esto hace aún más necesario que los cristianos recuerden y rescaten más que nunca el sentido profundo de lo que significa para nosotros el Misterio de la Salvación: Enmanuel, Dios con nosotros, liberándonos en lo posible del camino de frivolidad que marca la sociedad de mercado.
Los cristianos no debemos permitir que la fiesta nos la den hecha con unos cánones que se alejan del auténtico mensaje de Jesús. La fiesta la debemos fabricar nosotros mismos de acuerdo con nuestros valores; debemos huir de fiestas enlatadas, estereotipadas y superficiales donde el único principio válido es la diversión y el consumo exagerado.
Tenemos razones más que sobradas para felicitarnos y vivir la Navidad con los ojos de la fe, desde la esperanza, amando a Cristo en los hermanos necesitados.
En especial, las mujeres cristianas, a pesar de todas las calamidades que hemos sufrido en nuestra propia historia por razones de género, en este tiempo encontramos, mirando a María, muchos motivos para felicitarnos a nosotras mismas, porque...
- Nuestro ser de mujeres nos hace ser transmisoras y generadoras de vida.
- Hemos sobrevivido a esa historia adversa y somos capaces de vivir con esperanza sintiéndonos capaces de transformar el mundo.
- Hemos de agradecer a María, mujer del pueblo, que fuera instrumento esencial de la Salvación de la Humanidad.
- Nuestra capacidad de encuentro y acogida nos convierte en el eje sobre el que gira la vida familiar, especialmente en estas fechas.
- Cuando nos comprometemos y ocupamos espacios de responsabilidad somos capaces de asumir la doble carga que supone trabajar fuera de nuestro hogar y las obligaciones de la vida doméstica.
Nos felicitamos por tener un modelo femenino en María que supo salir de su tierra, dejar sus propias comodidades para ir en busca del sueño en el que creía, a pesar de las dificultades del camino; sentirse forastera en tierra extraña, en su delicado estado de avanzada gestación, como tantas mujeres que llegan hoy a nuestro país; llamar de puerta en puerta sin ser acogida, como muchos hermanos nuestros excluidos de la sociedad y aceptar el lugar de los humildes como el suyo propio para traer al mundo lo mejor de ella misma al igual que muchos misioneros y misioneras que renuncian a su vida cómoda por el bien de la humanidad.
Nos felicitamos por tantas mujeres que desde su maternidad hacen posible la vida en este mundo; por las que han sido creativas, alegres y luminosas y le han contagiado las ganas de vivir a los que han tenido cerca. Y por las que han roto barreras abriendo caminos que otras hemos seguido.
Porque creemos que es tiempo de ser felices y de celebración y alegría para todos, también es tiempo de abrirnos a los demás y, como María, dejar las comodidades que nos ofrece nuestra sociedad opulenta para acercarnos al débil, escuchar al solitario, acompañar al enfermo,...conscientes como Ella de que en nuestra mano está la capacidad de cambiar el mundo.
De este modo, Dios Padre-Madre se hace presente en nuestra vida cada día y lo recordamos cada Navidad dando un sentido profundo a nuestro existir.
Si Dios se empeñó en hacerse hombre merece la pena que nosotros lo intentemos también. ¡Feliz Navidad!
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