|
Cuando un amigo se va
18.03.21 - Escrito por: Jesús González Contreras
En mis años mozos escuché al gran Alberto Cortez en su canción "Cuando un amigo se va". La letra no podía ser mejor presagio del estado de ánimo que años después y ya frisando la tercera edad me surge en estos momentos.
Y es que el vacío que expresaba el cantante argentino se repite una y otra vez cuando nos falta un ser querido. Antonio Cantero Galisteo, mi admirado colega, mi confidente consejero en tantos momentos pasados, pero sobre todo mi amigo con mayúsculas.
Era entre otros muchos aspectos de su personalidad un enamorado de la música y estoy seguro que disfrutaría escuchando estas melodías. El nos ha dejado en un día de marzo algo frío y desapacible acorde con el sentimiento que nos embarga a todos.
No soy una persona de lágrima fácil, sin embargo ahora que escribo estas líneas asoman inevitablemente tímidas pero sentidas sobre mis ojos tratando de deslizarse ahora libres del obstáculo que a todos nos disfraza en uno de esos momentos en que la obligación de portar el aditamento no rige al tratarse de un espacio intimista, lejos del público en la soledad del hogar.
Soy consciente de que no soy más que uno de tantos y tantos que lo conocieron y que han expresado su dolor porque a Antonio todo el mundo lo quería. Por lo tanto sólo expreso una infinitésima parte del sentido general y por ello no puedo ser más que un humilde transmisor en estas líneas de la opinión que cualquiera de los que lo trataron tendría.
Serían innumerables las cualidades que podríamos esbozar acerca de su persona, pero yo sólo voy a referirme a su hombría de bien, su sentido de la justicia y de la verdad, su afán de ayudar a todo el mundo y su inquebrantable carácter de luchador por la honestidad en un mundo cada vez más necesitado de ella.
Antonio te has ido pero no para siempre, en primer lugar porque como creyente que me declaro espero que disfrutes más allá de esta vida terrenal de la dicha que Dios reserva a sus elegidos y en segundo lugar porque tu testimonio permanecerá como ejemplo para los tiempos venideros y para esas nuevas generaciones que con tu enseñanza contribuiste a formar.
Antonio, querido amigo Antonio, descansa en paz.
|
|
|
|
|
|