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Ciudadanos: ¡estamos de rebajas!
UNA COLABORACIÓN DE ANDRÉS LUNA RUIZ - Escrito por:
 Incluímos en nuestra sección ESPECIALES un artículo de nuestro colaborador Andrés Luna Ruiz en el que expone su opinión sobre la recién estrenada campaña electoral.
Me he quedado anonadado al leer en prensa este titular:
“El Estado destinará 271 millones de euros en estas elecciones. Los partidos con representación política recibirán 136 millones para su financiación, 4 millones en seguridad, 78 para gastos ordinarios y casi 54 en subvenciones por escaños y votos. Mientras que el gasto logístico asciende a 135 millones de euros”.
¿no es una barbaridad?. Este dinero sale del bolsillo del consumidor, sí, de aquellas personas que han saltado a la palestra en los mitines y promesas electorales, los “mil euristas”. Pero aún quiero profundizar más, de toda esta lluvia de millones, “sólo” 217 millones se gastarán en apenas dos semanas, porque el resto será subvención en obtención de votos. Mi ignorancia en estas cifras económicas me ha hecho indagar un poquito más en cómo realmente se reparten los 51 millones de subvenciones, según la ORDEN EHA/20/2008, de 17 de enero, se establece en el Artículo 2. el importe correspondiente a las mismas:
a) Subvención de 21.167,64 euros por cada escaño obtenido en el Congreso de los Diputados o en el Senado.
b) Subvención de 0,79 euros por cada uno de los votos obtenidos por cada candidatura al Congreso, uno de cuyos miembros, al menos, hubiera obtenido escaño de Diputado.
c) Subvención de 0,32 euros por cada uno de los votos obtenidos por cada candidato que hubiera obtenido escaño de Senador.
Seguidamente me dispuse a averiguar qué ocurre en Andalucía y encontré las instrucciones relativas a los gastos electorales en nuestra comunidad, en la misma se indica que el máximo de gasto por habitante tiene que ser de 0,4976 € que según el nº de habitantes actuales (8.059.461) refleja un total de algo más de 4 millones de euros.
Todo este baile de números se mezcla con el baile de promesas y rebajas de última hora, en un auténtico reality show de los más divertido, de cosas que no han hecho en cuatro años o de otras cosas que no hicieron cuando estaban en el poder, todo ello para conseguir votos “a precio de oro” infundados en “palabras que se lleva el viento”, que con toda seguridad volverán a aparecer dentro de otros cuatro años.
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