|
El "Quadryx" y la bandera de la Virgen de la Sierra
19.09.13 - Escrito por: Antonio Suárez Cabello
El "Quadryx" está definido como un "juego de lógica para la ocupación del entorno". Consta de formas geométricas y consiste en hacer cuadros de colores juntando triángulos. Su origen puede localizarse en un juego muy similar que se practicaba en el siglo XI, de acuerdo con los métodos de Isaac ibn Gayyat. Su descubridor, el investigador granadino Antonio José López, quedó fascinado cuando, casualidades de la vida, vio la bandera de Cabra en uno de los mástiles del Hospital Infanta Margarita. Aquella bandera con triángulos de colores, formando cuadros, tenía demasiada semejanza con el juego que durante veinticinco años había estado estudiando. Aún más fascinación produjo en el autor el poder acariciar con sus manos la bandera de la Virgen de la Sierra.
La historia del "Quadryx" se inspira en una leyenda popular no verificada. Antonio José López nos habla de que el juego "con definición, formas, normas y métodos milenarios se pierde en las secuencias del tiempo y en diversas ocasiones queda engarzado en la experiencia vivencial de algunos personajes de origen lucentino". De ahí que fuera en Lucena donde, hace más de una década, intentó popularizarlo a nivel internacional, queriendo convertirlo en una distracción semejante al ajedrez o a las damas.
El "Quadryx" se disputa por cuatro jugadores que deben ir colocando sobre un tablero octogonal -dividido en treinta y siete cuadros interiores y dieciséis triángulos periféricos- un grupo de piezas de color diferente, compuesto por nueve triángulos de ocupación cada grupo. López nos cuenta una hermosa historia de este juego andalusí situándolo en las casas nobles lucentinas en torno al año 1100. Posteriormente, según su investigador, el juego aparece de nuevo en El Cairo, desde donde el navegante griego Saulo de Quirón lo devolvería a España, entregándolo al rey Alhamar de Granada, que lo habría destinado al esparcimiento de las concubinas de su harén en el palacio de la Alhambra, en el cual permaneció durante más de 300 años hasta la caída del reino nazarí en manos cristianas, momento en el que un mercader lucentino de ascendencia sefardí, Abraham Cohen, lo habría encontrado y devuelto a Lucena.
El interés por aquella bandera que el investigador granadino había visto en uno de los mástiles del Hospital de Cabra le llevó a visitar el Ayuntamiento, y concretamente el Archivo Municipal donde tuve la oportunidad de conocerlo. A esta visita sucedió una reunión en Videoluc TV de Lucena, ya que allí tenía instalado su cuartel general el creador del juego. En nuestra charla me mostró la necesidad de ver "in situ" la bandera de la Virgen de la Sierra, por lo que concreté una cita con Manuel Pérez Polo, en aquel momento presidente de la Junta de Gobierno de la Real Archicofradía de María Santísima de la Sierra. Una reunión en la sede de la Real Archicofradía, en la calle Juan Valera, sirvió para que Antonio José López conociera la bandera. Cuando pudo contemplarla y tocar la emblemática tela, extendida en la mesa de juntas, su mirada delataba un hechizo sobre los triángulos, los cuadros y los colores que la conforman. La atracción por la bandera de la Virgen de la Sierra parecía irresistible. Unas copas en el mesón San Martín, entre los tres, completó nuestra plática sobre el tema uniendo en el tiempo aquellas piezas coloreadas del "Qryh" localizadas por Cohen en 1501 en La Aljama de Granada.
De la bandera he conocido una comunicación de Antonio Ramón Jiménez Montes titulada "Sobre la Bandera y el Tambor de la Virgen de la Sierra", y he quedado alucinado, como el investigador granadino, al conocer en estos días por la redes sociales otras banderas muy parecidas a la de la Virgen de la Sierra, como la del pueblo vizcaíno de Albadiano o las de Baztan (Navarra) y Vilches (Jaén), ganadas a los musulmanes andalusíes en la batalla de las Navas de Tolosa de 1212. Todo un reto para la indagación.
|
|
|
|
|
|