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Hoy, que baja la Virgen...
04.09.13 - Escrito por: Antonio Ramón Jiménez Montes
... ya repicaron las campanas que, jubilosas lo anuncian. Los peregrinos, los devotos, los costaleros, miles de personas se dirigen hacia la montaña de nuestra devoción y arriban hacia ese Cerro de los Milagros que despedirá esta tarde, tras el rosario y a eso de las 4, más o menos, a la Celestial Moradora.
Hay lugares que dicen que tienen un color especial. Cabra tiene hoy, como ayer, cuatro colores que son siempre especiales. Que nos identifican y nos sirven de referencia. Cuatro colores que conforman la Bandera de la Virgen de la Sierra y también la de la ciudad.
Cuatro son los colores que llenan el aire de Cabra y su serranía en estos días de septiembre. Blanco y verde, rojo y amarillo al son de tambor y vivas. Siglos de tradición y fervor cobijados bajo la bandera de la Virgen de la Sierra que hoy llega a la ciudad de la que es Madre y Patrona.
Bandera que encierra historias y que sabe de devociones sinceras. Bandera que enarbola el ánimo y alegra el corazón de quién la ve pasar y al escuchar el redoble del tambor sale a su encuentro. Bandera que, desde la historia y los siglos, revolea los vivas a la Patrona y que tiene sitio para cuántos quieren "meterse" y sentir el roce de su seda
La Virgen de la Sierra, que bajará vestida de azul y plata, de sedas antiguas llenas de cariño y devoción, en su templete brillante al Sol de nuestros campos, con los aromas de un camino gozoso en el que tanta gente, presentes y ausentes, le cantan, rezan, vitorean y acompañan, cambiará su casa en el Santuario por la Parroquia de la Asunción en el Barrio antiguo de la Villa.
Hoy, 4 de septiembre, cuando baja la Virgen del Picacho de su Sierra, Cabra es más dichosa que cualquier otro día del año y se reunirá en torno a esa Imagen, que representa a María; esa Imagen milagrosa, antigua y venerada, que atesora siglos de amor y devoción, Reina de la Montaña y Paloma de la Cueva, que cubre con su manto a tantas generaciones de egabrenses, que la tenemos por Patrona, y a los devotos de tantos lugares que vendrán a verla en estos días de dicha y veneración.
Y la Bandera, con sus cuatro colores, reflejo de la historia y testimonio de gestas antiguas, continuará lanzando al viento la tradición centenaria de un pueblo que tiene en la Virgen de la Sierra, el vínculo de unión que siempre nos llena de alegría y emoción cuando llega a Cabra, escuchando el eco del tambor que no cesa.
Bajo el azul del cielo, que brilla como su manto, hoy que baja la Virgen, cobijados bajo su Bandera, desde La Opinión de Cabra nos sumamos a las miles de personas que al recibirla, van a corear con júbilo:
¡Viva la Virgen de la Sierra!
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