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RINCÓN DEL ARTE: “LOS Picassos” DE PICASSO.
UNA SECCIÓN DE JOSÉ PEÑA GONZÁLEZ - Escrito por:
A partir de hoy, Madrid no es solo la capital de España, sino la sede más importante del mundo de la cultura a nivel mundial. No hay otra ciudad en el mundo que pueda presumir de reunir en torno al eje Prado-Recoletos, en un paseo de 500 metros, tres grandes Museos, que a sus excelentes colecciones permanentes, añaden exposiciones temporales de altísimo nivel.
El Prado muestra “Las Fábulas” Velazqueñas. El Thyssen inaugura la antológica de Modigliani y el Centro de Arte Reina Sofía presenta la colección de la obra del Museo Picasso de Paris, el mayor centro del mundo en obras del artista malagueño.
Estamos ante un acontecimiento que puede calificarse de revolucionario en el mundo de las exposiciones sin incurrir en exageración alguna. Y ello ha sido posible porque el Hotel Salé, sede del Musée Nacional Picasso Paris está ahora mismo llevando a cabo importantes obras de reforma y ampliación que obligan al cierre de muchas de sus salas, y en todo caso las que servían de albergue a las miles de obras de Pablo Picasso que integran sus fondos.
Este Museo Nacional Pablo Picasso de Paris fue creado el año 1979 como consecuencia de la dacion de obras de arte en pago de impuestos al Gobierno francés tras la muerte del pintor. Los herederos otorgaron al Estado Francés un derecho de primera elección entre las setenta mil obras que conservaban del artista en sus distintos talleres. Los expertos franceses eligieron un fondo variado y representativo de los distintos periodos artísticos del ilustre maestro. A esta primera dacion se añade otra mas por la que entregan un centenar de piezas de arte ibérico, africano y oceánico asi como pinturas de la “colección personal”, compuesta por obras de los grandes maestros de todos los tiempos que Picasso iba adquiriendo y con los que, como señala Anne Baldassari, directora del Museo Nacional de Paris y Comisaría de esta exposición, permiten al español, mantener un dialogo permanente con los mas grandes artistas de todos los tiempos. Por estas fechas y antes de la inauguración del Museo que tendrá lugar el año 198
5, los herederos ceden unas doscientas mil piezas de los archivos privados de Picasso, a fin de que los estudiosos puedan analizar a fondo su obra y esta no se disperse. La última aportación tiene lugar tras la muerte de Jacqueline Roque, la ultima de sus esposas. En dacion de impuestos los herederos entregan el año 1990 cien obras picassianas que completan las colecciones iniciales y que hacen de este Museo parisino, el Sancta Sanctorum de la extensa y genial obra de Pablo Picasso.
Como señala Baldassari, “el Museo Nacional Picasso de Paris es un importante instrumento de lectura de la historia del arte moderno y de la creación del siglo XX, y da cuenta de la obra picasiana en toda su amplitud. Desde sus primeras pinturas de 1895 , con apenas catorce años, en las que representa a la Musa con los rasgos de una modelo adolescente, una joven gitana descalza desafiando las convenciones en un homenaje explicito a los maestros españoles, hasta los Mosqueteros hieráticos del verano de 1972, unos meses antes de su muerte, que encarnan al pintor exaltado por la pintura dando su ultima , la colección constituye un autentico testimonio de todos los estados de su obra y de la agitación en que se sumergió el artista para lograr su consecución. El 27 de marzo de 1963 Picasso escribía, como si se tratara de un epilogo: < La pintura es mas fuerte que yo, me hace hacer lo que quiere >”.
La muestra se expone en cuatro salas. Dos en el edificio Sabatini y dos en el Nouvel.
En la primera sala (Sabatini primera planta) se recoge la producción picassiana de la primera etapa que comprende de 1895 a 1924. Comprende la génesis artística del malagueño. Aquí puede contemplarse su Autorretrato, obra de 1901. También La Celestina en 1904, con las que rompe abruptamente con los cánones estéticos de la pintura académica. Hay también una buena colección de dibujos, entre ellos los que darían lugar el año 1907 a Las señoritas de Avignon. Es el periodo mas conocido como azul. Incluye La flauta de pan de 1923 considerada por muchos como la obra maestra del clasicismo picassiano.
La sala segunda, ya en la ampliación de Nouvel, recoge el periodo 1924 a 1935. Es el periodo surrealista con obras como El Beso, El Acróbata o Las figuras a orillas del mar. La tercera sala esta en Sabatini, en la permanente del Museo, concretamente en torno al Guernica. Recoge las obras realizadas entre 1933 y 1951. Corresponde a una etapa de intensa actividad artística y política en la que el autor refleja su compromiso con la España Republicana. Aquí están los retratos de Dora Maer y el dibujo del Minotauro asi como grandes esculturas. Esta mezcla de distintos soportes esta presente en todas las salas. La ultima de ellas, la sala cuarta recoge la producción entre 1947 y 1972. Junto a pinturas como Jacqueline hay una colección de obras cerámicas y dibujos de mosqueteros y toreros. La crítica más solvente ve en este último tramo de su creación artística un retorno a la línea de Rembrandt, Tiziano o Velázquez. Aquí termina la visita al Museo Centro de Arte Reina Sofía, pero no se agota la Exposición. Hay co
nferencias, programas para niños y centros escolares, programas para familias, actividades educativas en general etc. Todo lo que puede hacernos conocer mejor la obra de un pintor genial que tuvo la honradez de escribir unas líneas recogidas en el programa de mano y en el catalogo de la exposición y que son muy clarificadoras: “Pinto como otros escriben su autobiografia. Mis telas, acabadas o no, son como las paginas de mi diario, y, como tales, son validas. El futuro escogerá las que prefiera. No me corresponde a mí hacer la selección. Tengo la impresión de que el tiempo, pasa cada vez más deprisa. Soy como un río que sigue discurriendo, arrastrando con el los árboles arrancados de cuajo por la corriente, los perros reventados, los residuos de todo tipo y las miasmas que en él proliferan. Lo arrastro todo y sigo. Lo que me interesa es el movimiento de la pintura, el esfuerzo dramático de una visión a otra, aunque no me haya esforzado hasta el límite. Respecto a algunas de mis telas ‘puedo decir que realme
nte he hecho este esfuerzo, que he puesto en el todo mi empeño, porque he conseguido captar la perennidad de la imagen. Cada vez tengo menos tiempo y más cosas que decir. Estoy en un momento en que el movimiento de mi pensamiento me interesa mas que mi propio pensamiento”. Estas líneas reflejan la humilde grandeza del artista y en mi opinión pueden ser consideradas como el testamento artístico de un genio cuya obra puede ser admirada en Madrid desde ahora al 5 de mayo de 2008.
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