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UNA SECCIÓN DE RAFAEL VALENTÍN VILLAR-MORENO
DESDE LOS MIRADORES: EL PATINAZO - Escrito por:
Al parecer mi anterior colaboración quedó un tanto críptica, o a semejanza del reinado de Witiza, nebulosa y obscura, pero claro está que se trataba de un sueño, y según los entendidos los sueños suelen representar la realidad de forma alegórica. En fin no digo ninguna originalidad y para rematar el tópico añadiré que los sueños, sueños son.
En esta ocasión me refiero a cuestiones y situaciones reales, y espero que la cosa quede clara. Quiero hoy tocar dos temas de actualidad, que me parecen sendos patinazos, a lo mejor me equivoco en mi enfoque y yo también patino, es uno de los riesgos de decir lo que se piensa.
Empecemos por orden cronológico, o puedo decir pedantemente: como nos decía Unamuno en sus “Apuntes para un tratado de cocotogía”, en el apartado de la razón del método, trataremos primero lo primero y segundo lo segundo.
Primer punto del orden del día, (que bien me ha quedado esto).
Pleno Municipal. Se desarrolla como debe, o sea llevando todos los grupos los deberes hechos desde las comisiones, casi todos los puntos se aprueban por unanimidad, como debe ser cuando las diferencias están ya limadas de antemano. Hasta que llegamos a la “caca de la paloma” el trascendental asunto del nombre del teatro, hombre pienso yo que el tema no debe ser tratado a la ligera, pero de ahí a convocar un referéndum hay un abismo. Les ahorro contarles el bizantino debate, porque sé que como lectores de La Opinión, son personas bien informadas, lo resumo: el grupo proponente parece que acepta algún tipo de reconsideración o reflexión junto a los demás, pero eso si, después de que la moción se apruebe. Señores, como decíamos de niños, carta en la mesa, es presa. ¿Si el Pleno acepta su propuesta?, ¿qué es lo que se discute o reflexiona después?, bueno pues este como antes digo transcendental asunto ocupó por si sólo más tiempo que todos los punto anteriores del orden del día. Durante el transcurso del debate quedó también medianamente acreditado, que el nombre del teatro estaba ya decidido por el anterior equipo de gobierno, incluidos detalles ornamentales ya realizados en la obra, de haber repetido mandato, ni referéndum ni gaitas, se llama así por mis santas narices.
Sigamos, en democracia existe, y además es fundamental, el derecho y la obligación de ejercer el control del gobierno. Diferente es la forma de ejercerlo, y en esta corporación hay dos modelos claramente diferenciados, el del grupo Popular, riguroso, serio y exigente, de los que ponen en aprietos. Y otro aventurado y demagógico, el del grupo Andalucista, parece que se va a caer el mundo, pero en la mayoría de las ocasiones las respuestas los dejan con los calcañales al aire, más seriedad, y menos confundir Lucena con otras localidades, y sobre todo menos lucenitis aguda. Cada pueblo tiene lo que se merece.
Segundo punto del orden del día:
El manifiesto de los obispos. Ante todo y para mayor claridad quiero dejar claro que el abajo firmante se declara católico y practicante, y que creo que estas circunstancias me permiten ofrecer mi opinión acerca del documento. Para comenzar estimo que sus eminencias reverendísimas se han pasado un número indeterminado aunque numeroso de pueblos. No voy a expresar aquí nada que no les haya dicho con anterioridad a diversos sacerdotes a los que le doblo la edad y que a pesar de ello me honran con su amistad. España, gracias a Dios, ha dejado de ser un estado confesional, y ahora los curas, al igual que el resto de los españoles se lo tienen que currar.
Por fortuna lejos quedan los tiempos en que lo único que llegó a faltar, fue el certificado de la asistencia a misa, para poder cobrar la nómina a final de mes. España es hoy día un país donde los católicos lo somos por convencimiento y donde a los que tienen otras creencias o ningunas, ni se les hace autos de fe, ni se les obliga a comulgar con ruedas de molino. Las denostadas leyes socialistas de divorcio, aborto etc., no me hacen especialmente feliz, pero tienen una gran virtud, que al contrario que las ordenanzas fiscales, no son de cumplimiento obligatorio. Se divorcia quien lo cree necesario y en el tema mucho más doloroso del aborto, hay que reconocer que tan sólo legalizan una situación, y que no la crean. De os que tenemos una cierta edad, todos hemos conocido casos de mujeres desangradas en manos de gentes sin escrúpulos, y también los célebres fines de semana en Londrés, que añadían al drama la discriminación económica.
Como digo al principio soy católico, no integrista. Como católico he llegado a sentir vergüenza ajena. Doy por seguro que ustedes no ignoran que el pasado año fue jubilar en Guadalupe, pues bien creo que fue a finales de octubre cuando un grupo de amigos fletamos un autocar, y a ganar el jubileo. Hasta ahí todo normal. Lo que se salió de la normalidad se produjo al terminar nuestra visita. Estando en la explanada del monasterio esperando a los típicos rezagados, nos vimos sorprendidos por un enorme jaleo de pitidos y voces, que procedían de un grupo de personas que entraban en la plaza en ”plan piquete”, chalecos reflectantes en la primera fila, silbatos, pancartas... y todos los ect., que quieran imaginarse y mi ajena vergüenza, y la de gran parte de mis amigos, se produjo al divisar solitario y en cabeza, incluso delante de la primera y reflectante fila nada más ni nada menos que a monseñor Cañizares, de elegante cleriman, convertido en vociferante ”hooligans” al tiempo que varios jóvenes sacerdotes, de rigurosa sotana, aunque eso sí con el alzacuellos desabrochado, corrían como posesos a ambos lados del grupo manifestante, supongo que iniciando los pareados que casualmente se dirigían contra el Gobierno de España, y muy especialmente contra la honra y la persona de nuestro Presidente. ¿No hubiera sido más cristiano y más piadoso, ir rezando el rosario pidiendo por él a Dios, para que le otorgue las virtudes que según la jerarquía católica le faltan?.
Esta jerarquía entra descaramente en política, ¿que quieren?, ¿quizá un gobierno que les haga lo que debiera ser su trabajo?, en vez de utilizar el terrorismo como fácil recurso, quizá deban considerar los motivos de la escasa asistencia a misa, de la falta de vocaciones, del profundo tajo que cada día separa a la iglesia y a la sociedad, y hasta la suerte que la Iglesia como institución ha tenido con el terrorismo de ETA, ya que a excepción de la Iglesia todos los sectores de la sociedad española ha sido directamente golpeado por la banda.
De cualquier manera entre en Internet y podrán comprobar que esta injerencia está creando un efecto “boomerang”, así que si hay un empate técnico, este comunicado lo puede deshacer pero en contra de la intención que lo ha creado.
Rafael Valetín Villar-Moreno.
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