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Dos cositas tiene Cabra ...
01.09.16 - Escrito por: Mateo Olaya Marín
...que no las tiene nadie.
La Bajá... o bajada: qué más da
Qué más da cómo se nombre, si bajada o "bajá". Pero, estimado lector, tenga cuidado si alguna vez usa la palabra bajada, porque puede provocar la ira de algún vecino que entiende que para ser un buen egabrense sólo, y únicamente sólo, debe decirse "bajá". Como si no se fuera de Cabra por usar el otro término. A mí me gusta usar indistintamente ambos términos, no le doy mucha más importancia, pero reconozco que en ocasiones temo el grito en el cielo de más de uno si uso el término bajada. No discuto que en la jerga popular, "bajá" se usara con alguna frecuencia. Es posible, pero el uso extensivo y casi unánime en Cabra del término "bajá" que vemos en la actualidad, es relativamente reciente; de hace veinte-treinta años perfectamente. Si entendemos que la prensa local refleja notablemente el sentir, los usos y las costumbres del pueblo en cada época, queda meridianamente claro que no es hasta los años noventa cuando en los periódicos locales el uso de "bajá" se hace extensible y frecuente. Antes de esa década apenas se usa en crónicas, titulares y frases destacadas. La hemeroteca ofrece la respuesta claramente. La Opinión habla reiteradamente de bajada en sus distintos números, año tras año, incluso en buena parte del siglo XX se refiere como traslado de la Virgen. El Egabrense en los años ochenta todavía emplea en su mayoría el término bajada. Sin ir más lejos, en el número publicado el 15 de septiembre de 1986, aparece una crónica con el titular "La bajada del día 4 y la procesión del día 8". En 1991 ya aparece "bajá" con mucha más asiduidad. Y desde entonces hasta hoy. Me parece perfecto el término "bajá", y que se use mayoritariamente para caracterizar todavía más el día 4, pero no hagamos de este vocablo la quintaesencia de lo egabrense, porque no lo es. La esencia está en la misma bajada y sus estampas, en su ambiente, en la Virgen y su ancestral devoción, en las coplas y muchísimas cosas más.
Himno a la Bandera de la Virgen
Si la bandera y el tambor son elementos cuasi sagrados en esta ciudad, iconos de Cabra y sus habitantes, pilares de la idiosincrasia de nuestro pueblo y su devoción en torno a la Virgen de la Sierra, no lo es menos el popular y bellísimo Himno a la Bandera, que escribiera el maestro Rodríguez tan bien inspirado sobre la exquisita poesía del ilustre Juan Soca. La música se amolda perfectamente a lo que todos entendemos por la bandera de la Virgen. Abre el himno una frase de gran solemnidad que posteriormente contrasta con un pasaje más lírico, previa modulación. Igualmente la poesía de Juan Soca define a la perfección ese vuelo de colores que es la bandera de nuestra Patrona. La pieza fue estrenada hace ya 41 años, concretamente un ocho de septiembre de 1975 durante la misa celebrada con motivo de la solemnidad. La Opinión lo recoge en su crónica del número publicado el 17 de septiembre. Así, el maestro Rodríguez firma, en apenas tres años, esa pareja musical que forma el Himno de la Bandera con el Amorosa Madre, donde se funden la música y la poesía de dos egabrenses de trascendencia en nuestra cultura.
Qué hermosos versos, tan nuestros, aquellos que dicen: "Con qué viva emoción/ nuestra niñez/ te aclamaba al redoble del tambor;/ con qué serenidad/ nuestra vejez/ borda rosas de amor en tu corazón". Magistral la pluma de Juan Soca
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