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Un artículo solucionado
15.06.16 - Escrito por: Manuel Guerrero Cabrera
Esta es la cuarta vez que empiezo este artículo. Parece decirme, como a buena parte del alumnado en estas fechas, que llegue ya el verano y me tome un descanso. No niego que el cansancio es uno de los motivos por el que no lo he terminado, pero también lo es la salud. En una ocasión dijo don Manuel Alcántara que cuando uno está enfermo, dejan de importarle los presocráticos, pero esto es mucho menos trascendental que si el enfermo es un ser querido: no te importa ni lo que tú escribes.
Como decía, esta es la cuarta vez que empiezo este artículo. En la primera ocasión hablaba de la violencia hacia los animales, «pobres almas mudas» que las llamó Ramón Pérez de Ayala; en la segunda, sobre la agresión, que también es violencia, que sufrieron unas hinchas de la selección española en Barcelona
- con el silencio cómplice durante unos pocos días de varios partidos independentistas -; y la tercera sobre la dichosa coincidencia de la campaña con la Eurocopa de fútbol, en la que la atención política ocupa en la prensa el mismo número de páginas que este campeonato y en la que uno no sabe si la bandera de España es un símbolo deportivo o de un país. La cuarta, obviamente, es esta.
Y en esto que, a punto de abandonar de nuevo la escritura, cae en mis manos el cuaderno de aforismos de Ángel Gómez Espada, poeta nacido en Murcia, XIII Premio de poesía Dionisia García, codirector de la revista de Literatura digital El coloquio de los perros, autor de los poemarios Mediodía en la otra orilla, Cocinar el loto o Los hijos de Ulises, en este último título con un genialísimo y crítico poema sobre política:
A veces me pregunto si no estaríamos mejor bajo el gobierno de DarthVader.
Él infundía respeto y daba miedo, pero no tenía la sonrisa permanente de la hiena.
No ejecutaba las hipotecas de los inocentes.
Si ideaba algo, era para darle un uso determinado y bien definido.
Como la Estrella de la Muerte, por ejemplo.
Y no para abandonarlo como a un Resort o a una autopista de peaje tras haberse llenado
las alforjas de la capa con comisiones millonarias.
Como decía, de nuevo, cae en mis manos un libro de aforismos de Gómez Espada, El pan nuestro de cada día (Letras cascabeleras, 2016), lleno de humor reflexivo -que aporta ideas serias-, en el que me da respuesta a todas las cuestiones que han formado parte de las versiones de este artículo y que resume bastante bien lo que se puede esperar de España:
- De un cerdo cualquiera todo puede aprovecharse. De muchos hombres no puede aprovecharse nada.
- Los nacionalismos son uno de los pasatiempos que más caros le salen a la inteligencia.
- España no es una marca: España es Marca.
Y, por supuesto, sobre este texto que acaba en la siguiente línea:
- Un problema sin solución sólo es un error matemático.
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