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Una lección de amistad
02.01.13 - Escrito por: Antonio Fernández Álvarez
La tarde invitaba a pasear, ya que era soleada y el viento había remitido, por lo que no hacía tanto frío como el que hizo por la mañana, así que decidió salir con su bicicleta y acompañado con su perro recorrería al menos los cinco kilómetros de distancia que había de su casa a la Fuente de las Piedras.
Este lugar es un sitio pintoresco, un precioso entorno para disfrutar de la naturaleza, muy atractivo para el turismo natural de la localidad. El agua clara que mana del nacimiento es muy fría incluso en verano. Antes estaba permitido el baño, ahora hacía años que lo habían prohibido pero a pesar de todo había quien se bañaba. En verano es un lugar muy concurrido por la proximidad a pueblo, para almorzar o cenar con la familia o amigos
Durante el trayecto iba pendiente de Ron, su perro un bodeguero andaluz, es un perro de tamaño mediano, ágil, delgado y atlético, de ojos muy oscuros, largo hocico y orejas altas, su pelaje corto, denso y blanco, aunque con marcas faciales de color fuego, blanco y marcas de color negro, que le dan un apariencia de máscara. Éste le seguía alegremente y agradecía el paseo que además le servía para desfogarse y hacer sus necesidades.
Todo fue muy rápido, ahora las imágenes de lo sucedido se agolpaban en su mente, pero en el preciso instante que ocurrió solo fue un chirrido de frenos y un fuerte ruido al golpear el coche que invadía totalmente su vía y atropellar mortalmente a Ron.
Éste había adelantado a su amo unos metros, suficientes como para ser él el arrollado por el vehículo, justo los precisos para que el ciclista pudiera echarse a la cuneta evitando así colisionar él también.
Maldijo al conductor de coche que ni tan siquiera paró, y siguió adelante su camino, a pesar del daño causado.
Bajó inmediatamente de la bici y fue junto a Ron quien todavía tenía un hilo de vida, suficiente como para mirar a su amo que le acariciaba la cabeza con los ojos lagrimosos y sollozando. Sabía que Ron le había salvado la vida, musitaba ?Ron gracias-, siempre estarás en mi pensamiento. Ron como si hubiese oído esta frase emitió un leve ladrido que se apagó con el fin de su vida.
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