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Aquél frío de julio
15.07.14 - Escrito por: Eduardo Luna
Antes de que se vaya tu presencia física y antes de que todo vaya esparciéndose por el camino de la vida que pasa, quiero poner un último lienzo de palabras porque te echaremos de menos durante siempre. Contigo se va una generación de cofrades que han pasado por tus tertulias, mesas redondas, programas y cuaresmas enteras, dónde reinaba un estilo inconfundible de periodista sabedor y amante de sus tradiciones y de la esencia de Cabra.
Contigo se va, ese momento después de un ensayo de costaleros, cuando llegabas a casa y al sintonizar Atalaya Televisión nos recordabas la agenda de cada Hermandad como si te fuera la vida en ello. Contigo se va la sensación de ver tu querida e inseparable Vespa negra en la puerta de cualquier templo esperando para entrevistar a cualquier Hermano Mayor tras su cultos y decir, aquí está Eusebio. Contigo se va también tu juventud, tus ganas de vivir, tu esfuerzo por dar la última chicotá para salir de un tramo con demasiados giros. Horas interminables frente a un micrófono en la Cadena Ser Subbética y en tu mesa tan particular en Atalaya Televisión. Tardes de frío y Cuaresmas que comenzaban en Noviembre para ir perfilando los contenidos de tu tan querida y amada cuaresma egabrense. Contigo se va la melodía y la voz de tantas mañanas que nos estremecían cada Domingo de Ramos, cuando al levantarnos se escuchaba el murmullo de tu voz que entraba como un relámpago en miles de casas egabrenses. Has sabido capear cualquier reto ante los que te enfrentabas y en cualquier medio, toros, cofradías, fiestas, ferias empresariales, pregones, todo por tu cariño demostrado a lo largo de tu trayectoria profesional dónde has dado el todo por el todo. Recuerdos que permanecerán escritos en el diario de su medio más querido y dónde ha desarrollado toda su labor, su segunda casa, ese espacio dónde trasladaba a todos los egabrenses el sentir de sus protagonistas en Desde Dentro y numerosos programas que fue hilvanando a golpe de corazón.
Contigo se va también una túnica de negro y blanco que cada Sábado Santo portabas desde tu silla pregonera dónde te deshojabas poco a poco en piropos a la Soledad que tanto quisiste. Contigo se va un comunicador querido por todos los egabrenses que han visto pasar por sus vidas el libro de la televisión local que tu escribías con tanto entusiasmo y dedicación. No te irás nunca, Eusebio, serás parte de nuestra memoria colectiva, de nuestro entorno más cercano, permanecerás en el recuerdo de muchos jóvenes cofrades que crecimos en esto pensando en cuando íbamos a tener la suerte de que tú nos entrevistaras para contar como nadie los que teníamos pensado hacer en nuestra respectivas cofradías. Contigo se va un trozo de Cabra y una voz que nos presentaba con el máximo amor a su fiesta más querida el momento culmen de unos días que tú engarzabas con la maestría de un hombre sin fisuras a la hora de contarnos la vida en siete días.
Contigo, en esta mañana "fría" de Julio se nos van uno de los nuestros, un hombre veraz, un hijo de la Soledad de Cabra, un pregonero, un amigo, se va Eusebio Muriel pero se queda para los tiempos la voz de un amante inconfundible de su ciudad y de su gente. Hasta siempre...
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