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Humanidad y Lengua
14.06.14 - Escrito por: Araceli Granados Sancho
Las lenguas están de moda, aunque unas más que otras: esto es también un mercado. Los ingleses que conozco en derredor a mi lugar de residencia no aprenden español porque no lo necesitan. Los españoles que tratamos con ellos hablamos en inglés porque nuestros encuentros semanales son una pequeña clase de speaking en medio de la calle y eso se agradece.
En los servicios públicos y privados siempre hay alguien que los atiende en su lengua materna. Debido a la ventaja cultural que nos llevan, o económica, como usted quiera, no se esfuerzan en aprender español a pesar de necesitarlo por estar afincados en España. Y ocurren anécdotas curiosas, como que un jubilado me contó hace unos días que después de quince años sólo sabía bien pedir las bebidas y las comidas en la barra del bar. Era cierto a pesar de mi incredulidad. Otros, te despiden del café semanal diciendo que otro día hablaremos en español, a pesar de que tu sabes que eso no ocurrirá.
El énfasis tan enorme que los ciudadanos ponemos en aprender otras lenguas, consume los tiempos que antes dedicábamos al conocimiento de la nuestra. Perdemos el conocimiento de los escritores clásicos de la literatura y la filosofía de nuestra lengua, y de otras, que hoy día parecen estar más muertas que hace unos años.Espero que con el tiempo conozcamos a Shakespeare o a Yeats, y nos quedemos atascados en los aburridos libros metodológicos de la
enseñanza del inglés, en dónde sólo hay topics y nada más.
Los tiempos están cambiando, pero hay aspectos en los no debiéramos ser tan conformistas y someternos a las prescripciones ideológicas de partidos y grupos de poder que no tengan como fines a las personas. Conviene que no olvidemos a kant.
Yo le escribo, además de para tener un poco de consuelo, que sólo proviene de la queja a veces, para informarle de que nuestros kids de 16 recién cumplidos añitos, siguen vibrando cuando leen a Catulo o a Séneca. Solo es necesario escoger los textos apropiados. A veces el desconocimiento no nos permite descubrir que estos autores tratan de cuestiones vitales fundamentales: como la envidia, los celos, la gula, la promiscuidad, la traición...
La lengua trae consigo la cultura. El inglés, el alemán y el chino, nos traerán su cultura, y esto será enriquecedor, pero provocarán la pérdida de la nuestra en algunos aspectos, da que pensar.
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