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No me llames Vicenta, llámame Pepa
04.12.12 - Escrito por: Antonio Fernández Álvarez
Le llamaban Pepa, familiares, amigos, vecinos todo el mundo la conocían por Pepa y por tal respondía, era el nombre que quería haberle puesto su padrino el hermano de su padre, pero nació el día San Vicente, así que siguiendo una ancestral costumbre la registraron con el nombre de Vicenta María.
Más tarde cuando el padrino preguntó qué nombre le habían puesto pilló tal cabreo de que no hubiese sido el que él quería para su ahijada que discutió acaloradamente con su hermano y padre de la criatura que podrían haber ido a mayores si no interviene su madre. Ésta que no quería que los hermanos discutieran por tal simpleza, dispuso que en lo sucesivo se le llamara a la niña Pepa. Y así se la conoce desde su infancia.
Pero un día se llevó una sorpresa mayúscula cuando le preguntaron cómo se llamaba para cobrar su nómina en la fábrica que trabajaba.
¿Cómo te llamas?
Me llamo Pepa
Aquí no hay ninguna Pepa
Como que no si llevo un mes trabajando y yo soy Pepa
Así pues corriendo fue a casa y le dijo a su madre ¿mamá se puede saber cómo me llamo?
Bueno hija tu nombre en el registro es Vicenta pero siempre te hemos llamado Pepa.
Ya no había remedio, para todos es Pepa, pero en su papeles es Vicenta, así que un día que estaba Hospitalizada, llamaron al teléfono de la habitación, claro que ella no podía cogerle y atendió la llamada la señora de la cama del al lado y cuando preguntaron por Pepa, le dijo al que llamaba que no había ninguna Pepa en esa habitación dado que el papel que figuraba encima de la cama no ponía tal nombre, que se habría equivocado y colgó dejando al novio que eran quien había llamado confundido y extrañado.
Juan corrió a casa de su novia, seguro que había pasado algo grave, pues no podían haberle dado el alta tan rápidamente ya que la operaron la tarde anterior y al menos tendría un par de días de ingreso hospitalario.
Cuando narró a su suegra lo sucedido, está le contó la controversia del nombre de su chica.
Así pues dado el susto que se pegó decidió que no tenía ninguna novia que se llamara Pepa y rompió su relación con la chica que se quedó compuesta y novio.
Relatan que perdió la cabeza y siempre que le preguntan dice no llames Vicenta llámame Pepa y solo responde por este nombre y con sus ochenta y dos años sigue respondiendo por Pepa.
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