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Semanario de un parado
10.10.12 - Escrito por: Antonio Fernández Álvarez
Querría empezar diciendo que de mi admirado Mario Vargas Llosa tomo este vocablo que además me va a la perfección. Dado que escribidor significa mal escritor." Comenzamos con esta sección una serie de relatos cortos, que semanalmente se publicaran en este apartado. Mi pretensión es solamente entretenerles a ustedes lectores.
Lunes:
La muerte es el final feliz de una persona que no puede aguantar más atado a una vida que se le escapa en sufrimiento,
La muerte oscila hoy en mi cabeza, la vida poco sabor me deja, no tengo porque aguantar más aquí atado, inmóvil.
Martes:
Los días cada vez son más amargos, es hora de escapar, los recuerdos de un pasado que fue mejor, un futuro oscuro, gris, que no atisba un rayo de luz.
¿Donde queda la esperanza?, los sueños se desvanecen y mi realidad es como una puerta que no puedo abrir, haciéndome sentir tan solo y gris.
Miércoles:
En mi lucidez quiero ser fuerte quiero vivir, pero esto no es vivir sino sufrir, agonía larga, penosa y dolorosa que algunos llama vida.
No hubiera tenido problemas de no haber sido porque estalló una inesperada crisis. Pero en el desorden general, siempre la sufrimos los mismos.
Jueves:
Tengo tiempo de hacer conjeturas porque ahora he extraviado el sueño Todo lo que me ha de ocurrir en el resto del día lo sé. Cada matiz. Cada respuesta. Todo. Lo sé. Sé lo que me habrá de ocurrir despierto porque lo sueño por anticipado. Y haré tal y cual, y después aquello y esto, y eso otro que conozco de antemano..Tal vez es una desgracia, ya que es como enfermedad incurable.
Viernes:
Creo estar tan asustado, no tengo voz. Grito en mi desesperación y tapo mi cara con mis manos ocultando mis ojos lagrimosos. Quiero abrirlos para que me vean sonreír, si he de ser fuerte si quiero vivir.
La semana llega a su fin. Mi cara se ilumina como una mañana de verano y me aletea el corazón.
Sábado:
La mirada baja, un poco perdida, quizá recordando con nostalgia. ¡O quizá no! ¡Quizá soñando lo que me estoy perdiendo!. Atrás quedaban los fines de semana donde solía conocer lugares de recreo.
Ahora solo los recuerdos me llevan a pasear por esos territorios. La memoria me trae pesadumbre.
Domingo:
Me siento muy erguido sobre mi silla, observo, y pienso inspiró profundamente y comenzó a escribir. Estoy loco, casi loco, se que a los locos no nos toman en serio, me masajeó las sienes como para aliviar el incipiente dolor de cabeza que noto.
Llaman a la puerta, con desgana dejo el bolígrafo sobre la mesa y me apresuro abrir. Sé que mañana pondré punto y final. "La muerte es el final feliz
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