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De fiesta
02.05.12 - Escrito por: Araceli Granados Sancho
Estamos un poco desalentados con todas las noticias de nuestro alrededor. No hay casi nada bueno por lo que alegrarse. Habrá que tener paciencia, no nos queda otra. Haremos como el alumno de colegio que es juzgado por parámetros negativos por los profesores, hasta que un día, despierta. Eso ha hecho el mes de mayo, despertar. Del sueño ha traído la lluvia, y los agricultores no caben de dicha.
Está vestido y lindo por donde vayas, y las poblaciones se han propuesto celebrarlo. Ya se oyen aquí, en este rinconcito, las bandas de música de Levante que, al estar tan cerca, hemos raptado para alegrarnos.
Como fuimos pastores, y no nos avergonzamos de ello hacemos migas este lunes por la noche. Aquí de harina, que en cada sitio hay una costumbre, y las regamos con vino de Bullas, y nos acordamos del de Montilla. Es raro lo de comer migas por la noche; pero es que, los caravaqueños no van a dormir hoy, porque mañana es uno de mayo, y su sangre está en ebullición desde hace días, como nosotros con nuestra bajá.
La fiesta de los caballos del vino en honor de la Santísima Vera Cruz de Caravaca mueve aquí tanto dinero y devoción ?o al revés para no ofender a nadie?, que es una gran sorpresa para el que no lo conoce. Mañana, día uno, son mostrados al publico por las calles los caballos que correrán la carrera de subida hacia el castillo. Estos son buscados y entrenados durante el año, porque es un verdadero honor ser el más rápido durante esa subida. En la carrera, las bestias son vestidas con mantos que son joyas del bordado. En estos mantos se representan las familias que los promocionan.
Casi todos los días de esta semana de fiestas, desfilan por las calles las peñas que patrocinan un caballo corredor, y se engalanan con trajes muy vistosos y bonitos, unos de época y otros con tintes de faralaes.
Se cuenta, que los hacendados de esta zona cuando hacían el vino lo llevaban al santuario para que fuera bendecido y al hacerlo los mozos competían con sus caballos en la subida. Este motivo, más otros de la reconquista junto con los milagros que los caravaqueños relacionan con el Símbolo, son todos los fines que constituyen la celebración catártica que son estas fiestas.
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