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Efemérides con historia para un medio de referencia
17.03.12 - Escrito por: Lourdes Pérez Moral
La defensa de los intereses generales ha sido y es noble aspiración para marcar el rumbo de una cabecera que hoy es centenaria. Cabra ha sido y es rica en publicaciones periódicas que han configurado y configuran los ejes de vertebración de la sociedad egabrense. No sólo han sido y son mensajeros sino transmisores de una información que, conforme a criterios editoriales, han tratado y tratan de llevar y/o responder a lo que el lector demanda aunque no siempre se consiga.
Desde sus comienzos, su fundador o fundadores, fueron testigos de una revolución impresa amparada en criterios de calidad pero también de sinceridad e independencia, como fue y es el caso de LA OPINIÓN, que a la larga no sólo se perpetuarían y perpetúan por encima de coyunturas políticas, económicas, sociales o culturales sino que fueron y son memoria viva de una ciudad. Esta cercanía no significa que fuera o sea minoritaria, folclórica o marginal más bien lo que Unamuno llamó en uno de sus ensayos la intrahistoria.
No es de extrañar entonces que este soporte de palabras e imágenes haya quedado y quede como una huella haciendo factible múltiples posibilidades de uso como el recuerdo, la rectificación o la investigación. En este sentido, para un determinado espacio y tiempo, la prensa escrita es fuente de historia. Frente a un cúmulo de informaciones, hallamos una opinión sobre lo que se informa pero, para alcanzar una mínima objetividad, hay que contrastar con otras fuentes que contrapesen las informaciones y opiniones allí reflejadas.
A primera vista, LA OPINIÓN no fue un producto novedoso, su formato no era tan peculiar y pesaba más la tipografía que el despliegue gráfico e ilustrador pero, la solidez intelectual y excelencia literaria puesta en práctica en determinados asuntos, acuñaron pronto una imagen de marca que consolidaría el lustre de esta publicación. Un siglo después, este modelo sigue vigente incluso aplicaciones tradicionales como la reflexión, el análisis o el espacio conviven con la interacción, la inmediatez o el límite para un soporte que ayer era de papel y hoy es digital.
Las publicaciones periódicas egabrenses y, en particular LA OPINIÓN, fueron y son servicio (con la proximidad como foco, la ciudad como raíz y la cercanía como objetivo) pero ahora con una visión global propiciada, como he dicho, por el empleo de las nuevas tecnologías donde la información y la opinión ya no son productos acabados. Todos siguen reforzando la personalidad de su producto y respondiendo a las demandas de sus lectores pero sin olvidar que los lejanos criterios editoriales son la fortaleza para los desafíos del mañana. A todos mi reconocimiento y estímulo porque sólo así mantienen viva la necesidad de estar informados.
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