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100 YEARS.THE SAME SPIRIT. ESPECIAL CENTENARIO
16.03.12 - Escrito por: Alejandro García Rosal
"Para empezar un gran proyecto, hace falta valentía. Para terminar un gran proyecto, hace falta perseverancia"
Lola va a cumplir 100 años este 2012 y vive su vida. ¿Cuál es su vida? Pues la suya, la de su pasado, la de hoy y la de mañana. Tiene salud y es autosuficiente, y habla desde la atalaya de la existencia.
A Lola le han recomendado un libro de moda que habla de gente de su edad. Un pelotazo sueco por lo visto. "El abuelo que saltó por la ventana y se largó" se llama. Se trata de uno de esos éxitos literarios insólitos e inesperados.
El libro trata una historia enormemente arrojada y compleja, que sorprende constantemente al lector, pero el verdadero regalo es su personaje protagonista, Alian Karlsson, un hombre de un maravilloso sentido común, con todo un siglo a sus espaldas, que no teme a la muerte, ¡ni al crimen! Porque no piensa renunciar al placer de vivir.
Lola no va a saltar por la ventana y no vive en una residencia, pero de su relato queda claro que el sentido de la vida es vivirla cada día.
Lola nació en un pequeño pueblo, cualquiera. Se considera una persona justa, ponderada, humilde y sociable. "Me adapto a las personas pero mantengo mi independencia, hay que saber querer a la gente", señala.
La ilusión por superarse, la confianza en sí mismo ? "mi mejor amiga es mi yo interior", dice?, casarse con "un gran hombre", tener hijos, y un carácter muy sociable es lo que le lleva a definirse como un "mayor-joven feliz". Lo que hoy le gusta es disfrutar del "aspecto humano" de la vida, de los afectos y las conversaciones. Le encanta levantarse y ver que hace sol, leer la prensa, ir a alguna conferencia a la universidad, estudiar informática y así adaptarse a las nuevas tecnologías, charlar con los demás. Y hace retratos con su cámara sin que los otros se den cuenta para captar su verdad.
Es un momento en el que se plantea un nuevo reto porque hay que aceptar y adaptarse, es bueno admitir que las cosas cambian. Pero esto no supone ni pensar, ni sentir menos.
Hay que tener una gran fortaleza mental, una gran capacidad de resistencia para dejar atrás muchas cosas y seguir adelante.
Es admirable la capacidad de Lola de enfrentarse a las adversidades y no el hecho en sí de haber cumplido años. Hemos de fijarnos mucho en ella. Ha vivido la Guerra Civil, crisis mucho más graves que la actual y ha sabido adaptarse con menos. Hoy lo que valora es la amistad, el respeto y el cariño, y no que se la trate como un objeto de museo.
Lola vive sola. Pasa algunos días con su hija, pero al cabo de unas horas ya quiere recobrar su independencia. Se hace la comida, algún día obsequia a los nietos con una paellita, y le gusta callejear.
¡La calle! Lola enfermó hace poco y ahora esta con su hija. Está estupendamente con ella, pero las empinadas calles de este barrio le limitan la relación social, el paseo, la charla. Está preparando la vuelta.
Acaba de cumplir 100 años.
Pero sobre todo, mantiene el mismo espíritu.
Al final, ahí está, la vida.
Y ahí esta la vida La Opinión de Cabra, para cumplir otros 100. 100 años, que bien pueden ser una buena fecha para volver a empezar.
Y así, sucesivamente.
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