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Quienes son, quienes sois…
06.10.2007 - Escrito por: Eduardo Luna Arroyo
Johnny era un tipo dura pero no tenía agallas, él era de esos hombres con los que fumarse un cigarrillo era como rezar el rosario en medio de una tribu de laicos progres. Las noches me dejaban un mal aliento y una insufrible ronquera que asediaba mis cuerdas vocales, convirtiéndolas en un bajo eléctrico con mil conciertos y mil carreteras a sus espaldas. El insomnio, mi compañero, mi cruz, quiso bajar cerca de la 1 de la madrugada a Epopeya y las casualidades de la vida, un tipo delgado y con cara de muchos conocidos, no amigos, me saludo alzando la mano con elegancia y una parsimonia típica de vagabundo adinerado. Johnny tenía dinero y buen gusto, tenía una mujer en la cartera y una carta de amor tatuada en la espalda. Con un tono desafiante e irónico, como un tipo que escucho en la radio cada viernes, me dijo: Has visto lo que nos han puesto en casa? Miré de un lado a otro y no detecte nada raro y frente a mí, un plasma repetía sin pausa un vídeo de un chico y una chica, en el que hacían preguntas un tanto impertinentes. Johnny, con su inseparable cigarrillo y su sombrero parisino, lo calificó de absurdo, irreal, insultante, como si lo hubiera hecho el hombre de las cavernas, antes de nacer.
El vídeo, venía avalado por el gobierno de turno en este país ,de memoria acuática, y las juventudes socialistas. Entre carcajadas y esputos, Johnny se dijo a si mismo en voz alta, que pantomima, cada vez que hay que retratar al españolito de clase media (él se consideraba de alto standing), lo hacen para burlarse de una parte que piensa de una forma y otra que no piensa. Uno que SI maricones, que si gosemaría aznar, otra “la repipi”, la educada y con una actitud irreprochable. Pero esos así, ¿no eran los de derechas y los de izquierdas los revolucionarios y rebeldes? Aquel tipo, voceó continuamente al plasma, diciéndole ¿Quienes son, quienes sois, Quienes son, quienes sois?.
Esa misma pregunta me la hice durante toda la noche en aquella cama tan sola como mi pasta de dientes. La juventud de este país, la que yo conozco, es creadora, vital, trabajadora, educada, amable y otra que es todo lo contrario, pero en minoría. Detesto el incordio y a todo aquel que lo practica y más apoyado por un gobierno que pinta rojo dónde antes hubo blanco. En Epopeya, se avergüenzan del famoso vídeo, los jóvenes somos libres y valientes (era lo que dictaba un pintada en las paredes negras de la estación), lo que pasa es que personajes aspirantes a políticos profesionales nos subestiman. Cuando sonó el despertador, eran las 06.30 de la mañana, la radio sonaba y mis ojos buscaban la luz, Johnny se quedó con mi cartera y yo con su clase y respeto, mañana lo único que espero es que me devuelva la foto de Cutty, un tesoro mío, una jóven de verdad.
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