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Precisamente por esta razón, desde La Opinión de Cabra, vamos a dedicar una serie de colaboraciones y artículos a nuestro patrimonio industrial. En algún caso, ha desaparecido para siempre o está en vías de desaparecer (COOPA, Casa del Ancla, Conservera, CIATE, Fábrica de ladrillos de la Avda. Andalucía o Cooperativa Vitivinícola por poner algunos casos).
Tenemos el caso de los edificios conocidos como la Electra que están abandonados y que son propiedad de Endesa. Siendo de gran valor arquitectónico y que están encajados en un contexto urbano muy significativo por su importancia en el entorno, nos tememos que de no mediar alguna intervención al respecto, podrían correr la misma suerte. Algún edificio de antiguas bodegas o almazaras quedan también en similares circunstancias.
No obstante contamos con algunos ejemplos del patrimonio industrial que no solo tienen su propio valor intrínseco, sino que incluso mantienen la actividad industrial de una u otra manera. Casos como el de la Cooperativa Olivarera o las Bodegas Rodríguez Chiachío pueden ser buenos ejemplos. Pero nos vamos a detener en el que consideramos más singular y quizá menos conocido en su historia material, con una significación que va más allá de la mera vinculación emocional que pueda tener pues forma parte, con entidad propia, de un conjunto patrimonial muy ajeno a nuestro entorno y que lo hace único fuera de Cataluña.
Se trata de los edificios fabriles de HECOLIVA, donde los Hermanos Cobo han recuperado unas instalaciones que han de llamarnos la atención y que forman parte, por méritos propios, de este conjunto del patrimonio industrial andaluz.
A partir del lunes, les vamos a ofrecer una serie de colaboraciones sobre este singular espacio industrial de la fábrica de aceite de Hecoliva (antigua fábrica de Pallarés), donde destaca la construcción de las desaparecidas Bodegas Cordobesas, con una historia más que interesante. Y así haremos un breve recorrido por este patrimonio industrial egabrense que prácticamente nos terminará invitando a la próxima edición de la Fiesta del Aceite Fresco.
Les recordamos también que desde el Museo Aguilar y Eslava, su fundación ha organizado desde el pasado 1 de octubre la exposición La enseñanza de la Física y la Química. Instrumentos y manuales. De 1845 a 1939. Esta exposición se enmarca por sí misma en ese patrimonio técnico que nuestro centenario Instituto y la Fundación Aguilar y Eslava, conservan y ofrecen a cuántas personas quieran conocer estas curiosas colecciones.
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