|
Telas, flores y cera en tonos morados, destacando así la relación con la Archicofradía de Jesús Nazareno; con algunas flores blancas, para destacar el Año Jubilar de la Virgen de la Sierra; un piano adornado con un mantón de manila grana y blanco, y en la presidencia cinco sillones de la Corporación Municipal egabrense, en los que estaban el Alcalde, Fernando Priego; el presidente de la Agrupación, Francisco Mesa; el consiliario, Francisco Caballero; el pregonero, Manuel Fernández y la presentadora, Carmina Alcázar.
Sonaron los instrumentos de la Banda de Música de Cabra, poniendo como siempre la nota musical al pregón, que se abría con el pasacalles La Cruz Parroquial y la marcha Aniversario de Pasión en Cabra, que dieron paso la presentadora del pregonero.
Carmina Alcázar destacó los méritos que le hacen acreedor de ser pregonero, con muchas anécdotas que la presentadora y su familia han compartido con él. Recordó los muchos aspectos en los que se vincularon con Manolo Fernández, desde los acontecimientos familiares hasta los lazos que surgieron con las cofradías de los Dolores, de la Agrupación de Cofradías (como la concesión en el mandato de Manolo Fernández como presidente de la declaración de Interés Turístico Nacional), con la Archicofradía de nuestra Patrona y otras más en las que ha sido mayordomo o ha colaborado, además de su vinculación al Nazareno. Sin dejar atrás la vinculación de las Agustinas Recoletas o de la Fundación Pasión y Cofradías, cabalgata de Reyes Magos y un largo etcétera. Egabrense del año 2012, Carmina destacó de Manolo Fernández que es una "persona querida y amable, se presta a todo el mundo sin esperar nada a cambio, todas las cofradías han podido contar con él siempre".
En sus palabras finales, Carmina Alcázar dijo: "Hoy se le entrega la llave del corazón de los cofrades de Cabra para que haga este pregón. Eso es lo que hoy pedimos a nuestro pregonero Manuel Fernández Rodríguez: que se deje llevar por su corazón y haga protestación pública con la voz del alma y nos cuente lo que para él es el misterio sublime de la pasión, muerte y resurrección de Jesús. Señor Pregonero, el llamador de la Semana Santa de Cabra 2015, le espera"; y sonó Martirio, del Maestro Rodríguez, a cargo de la BM de Cabra, que sirvió para dar paso a Manuel Fernández Rodríguez.
El pregonero llega al atril con las pastas del pregón que le entregaron los hermanos de la Sentencia y Paz, realizadas en su taller de bordado. Y comenzó su disertación diciendo: "Hablar de la Semana Santa de Cabra no es fácil. Menos aún hablar ante todos ustedes que sois parte importante de ella. Gran honor y gozo para mí, pues desde siempre, esta fiesta ha estado presente en mi vida. No solo por lo que representa para nuestro pueblo, para nuestras cofradías, para los que estamos aquí".
Habló de su educación y de los valores que le transmitieron sus mayores, en la que destaca la fe y mencionó a la Virgen de la Sierra, "junto con la de la tierra, mi madre del Cielo". Y de su ser egabrense: "porque así lo siento y te digo Cabra que es lo mejor que me ha podido pasar en mi vida.. nacer, vivir y si Dios lo quiere, morir en Cabra".
Y tras unos primeros aplausos, el pregonero procedió a la salutación a la presidencia, autoridades, representantes de las cofradías, comunidades religiosas, medios de comunicación y a todos en general. Manuel Calahorro ha interpretado diversas piezas musicales que acompañaron al pregonero en su disertación.
"Semana Santa de Cabra, Semana Santa de amor, de lágrimas en los ojos y pena en el corazón, de recuerdos, de ilusiones y de fervor" y fue haciendo un recorrido que pasó por todas las cofradías en una primera aclamación, en la que no faltaron sus referencias a los oficios de la Liturgia, a los sentimientos y a los encuentros de los amigos o las sentidas palabras dedicadas a los niños, a los monasterios y conventos de Cabra, a las cofradías todas. A continuación agradeció a la presentadora sus palabras y a la Agrupación de Cofradías que lo eligieran para este honroso cometido "me habéis dado un regalo que nunca olvidaré, gracias de todo corazón".
Y pasó a relatar la Semana Santa comenzando por el Domingo de Ramos, con la entrada en Jerusalen, "la Placeta, lugar de encuentro para el inicio de la Semana Santa, esperando a la Pollinita". Y siguió haciendo alusión a los diferentes pasos y cofradías a lo largo de la secuencia de cada día de nuestra Semana Santa de Cabra, dedicando versos y prosa a las distintas advocaciones de cada una de las cofradías. Habló de las cofradías jóvenes "y de amigos fundadas en los años 70", como el caso del Huerto, en el que participó el propio pregonero como mayordomo de su primera junta de gobierno.
Entre las referencias a cada cofradía, Manolo Fernández, fue dejando retazos de las muchas historias cofrades en las que ha tenido la dicha de participar y vivir en primera persona, contando anécdotas y experiencias que forman parte no solo de la historia personal del pregonero, sino de la Semana Santa de Cabra. Entre medias habló de las celebraciones religiosas y litúrgicas que tienen lugar en nuestros templos y en la intimidad de la celebración interior frente a la espectacularidad de lo público. Reivindicó la recuperación de las capillas de la Asunción aludiendo a don Manuel Osuna, también pregonero, presentado en su día por el de este año. No faltaron alusiones a las situaciones difíciles vividas en las que sintió siempre el apoyo y la intercesión de la Virgen ante su divino Hijo.
Recordó a personas que fueron parte de la historia de nuestras cofradías, en las que, emocionado, revivió en los muchos momentos compartidos con ellos en sus diferentes facetas cofrades. A la Virgen de los Remedios le dedicó y adaptó los versos del padre Longínos Abengózar cuando novenó a la Virgen de la Sierra. Y sonaron también las coplas o motetes del Señor de la Humildad y Paciencia, recitadas por el pregonero acompañado al piano por Manuel Calahorro y por el clarinete de Enrique Navas.
"Tú nunca nos das más de lo que podemos llevar... Cruces que nos regalas en la vida para que aprendamos a ser más humildes y para que nos demos cuenta que la vida solo es un soplo..." y recordó que un día como hoy, domingo de Pasión, enterraba a su madre hace más de treinta años o también las palabras que hace cinco años, cuando estaba en tan duro trance en el hospital, le dedicó Manolo Lama en su pregón de Semana Santa. Y se rompió en sollozos y lágrimas, recordando su mirada al Nazareno pensando que sería la última vez que estaría ante Él, "pidiendo que pasara aquel cáliz pensando que en esa hora y en ese momento se sintió uno de los cirineos que intentan ayudarte a llevar la Cruz". Y degranó su más hondo sentimiento dedicado al Nazareno:
"Hoy que se que mi vida es un desierto en el que nunca nacerá una flor, pon Señor una fuente de alegría ... pon una fuente de esperanza... pon Señor una fuente de amor puro... pon tu cuerpo Señor y tu palabra, en el desierto de mi corazón".
Aludió al deseo de volver a disfrutar del Descendimiento en las calles de Cabra. Y al desfile del Viernes Santo, recuperado el año 2014. No faltaron sus palabras dedicadas a las religiosas Agustinas Recoletas de Cabra, con cariño y respeto a la actual comunidad y el recuerdo de las ya desaparecidas, mostrando la gratitud por su presencia y pidiéndole a Dios por las vocaciones, así como un fuerte aplauso que pidió para ellas al público que presenciaba el pregón en el Teatro El Jardinito. Terminaba esta parte del pregón con unas estrofas del Stabat Mater Dolorosa cantadas por Manuel Calahorro, Enrique Navas y Manuel Pareja, en el momento dedicado a la Virgen de las Angustias.
Tampoco se dejó atrás el pregonero el recuerdo a los tres pregoneros, tan vinculados a la Soledad, que se fueron al cielo el año pasado: Don José Burgos, Pepe Delgado y Eusebio Muriel. Y al hablar de la Soledad, sonó una saeta dedicada al Nazareno, cantada por Alfredo Martínez.
Manolo Fernández, emocionado pero al mismo tiempo sintiéndose a gusto en su papel, dijo que ha sido "un regalo maravilloso hacer el Pregón en este año jubilar de la Virgen de la Sierra", y se refirió al a bajada extraordinaria o a la participación en la Magna cordobesa de las vírgenes coronadas.
Y llegaba el final. Ensalzando la Resurrección, Manuel Fernández terminaba su pregón diciendo: "Semana Santa de vida, pues Cristo Resucitó".
Y el público que llenaba el teatro, puesto en pie, aplaudió y gritó bravos al pregonero mientras la banda interpretaba ese himno de la Semana Santa de Cabra, Cofradías Egabrenses, que daba por finalizado, cuando pasaba más de un cuarto de hora de las tres de la tarde, el Pregón de Manolo Fernández.
Enhorabuena al pregonero y a cuántas personas han hecho posible un nuevo evento que da paso oficialmente a la Semana Santa de nuestra ciudad en este año 2015.
|
|
|
|
|
|