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"Las calles son como cauces de río, por donde discurre la vida, y nosotros con ella"
12.11.11 ITINERARIOS EGABRENSES IV - Escrito por: Isabel Montes Romero
“Un viaje de mil leguas empieza en el lugar en el que están tus pies.” Lao Tse
Las calles son como cauces de río, por donde discurre la vida, y nosotros con ella; las plazas, siempre invitándonos a quedarnos, son lagos que desembalsan en calles que nacen de ellas mismas, y a su vez toman de aquellas que en ellas mueren, en un proceso sencillo y mágico de retroalimentación.
Son seis calles-río las que conectan con la Plaza de José Solís, donde hoy tenemos puestos nuestros pies, y desde ahí nos incorporamos a la corriente de la de “San Fernando”, iniciando un nuevo itinerario.
Mientras fluimos, vamos pensando en la notoria influencia de la Iglesia en los años en los que se pusieron nombre a muchas de las calles de la barriada, abundando las referencias marianas y del santoral católico. Se podría hacer un curioso estudio sobre los nombres de las calles y la época en la que fueron denominadas: observaríamos cómo hoy es raro optar por nombrar a las nuevas calles con nombres de santos, aunque algún nombre reciente nos hace pensar en lo difícil que es no topar con la Iglesia, en cambio, veríamos ejemplos de nombres imposibles en cualquier otro contexto que no sea el actual, en el que prima una excesiva pretensión de uniformar “lo correcto”, lo “políticamente” correcto, como encontraremos en algún otro itinerario. Parece que ninguna época se salva de cierto dirigismo a la hora de poner nombre a las calles.
Desembocamos, casi en un mar abierto, por jardines que bordean el gran río-avenida que aquí llega a recibir dos nombres diferentes: “Santa Teresa de Jornet” (vuelve la Iglesia) y “Andalucía” (llega el orgullo patrio). Remolones, ante la invitación de los hospitalarios espacios verdes de la zona a quedarnos, cruzamos la calle y nos adentramos en una parte de Cabra a la que, posiblemente, solo asomen sus residentes.
Enfilamos hacia “Virgen de Lourdes”, que limita por ahora, en ese espacio, con el Parque Natural y, apoyando nuestro símil, de ella parten hacia la gran Avenida, como pequeños afluentes, las calles con nombre de ríos andaluces, “Guadiana” “Anzur” “Genil” y “Guadalquivir”. Más abajo este barrio-separata de la Barriada se completa con calles de nombres de ciudades andaluzas, “Almería”, “Cádiz”, y “Huelva”, rematando el homenaje a la Avenida a la que asoman, la mencionada “de Andalucía”. Y, como confirmando ésta pleitesía de calles a la Avenida, tenemos la excepción de la calle “Teniente Albornoz” que contiene uno de los jardines que embellecen la zona, a los que nos rendimos, terminando nuestro paseo en ellos, seducidos por el sosiego que ofrece el descanso bajo su arboleda.
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