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AL LUCERO DEL ALBA
DESDE LOS MIRADORES: UNA SECCIÓN DE RAFAEL VALENTÍN VILLAR-MORENO - Escrito por:
A ti Lucero del Alba brindo estas reflexiones que me llenan de perplejidad. Ignoro cuantos católicos de base nos las podremos hacer, pero supongo que desde luego no seré el único. Me causa una enorme extrañeza la singular habilidad de parte de la cúspide de la Iglesia Española para andar de continuo dándose tortas con el Gobierno de la nación y no hubiera puesto de manifiesto mi preocupación de no haber sido testigo de una situación preocupante, valga la redundancia.
Ha acaecido en el, por el momento, último de mis frecuentes viajes a Fátima. Un grupo de navarros se alojaba junto a nosotros, y una señora en un par de ocasiones dio claras puntadas de creerse que en nosotros existía algún tipo de discriminación hacía ellos ¡por el hecho de ser navarros!, cuando muchos de mis compañeros de viaje no solamente ignoraban que fuesen navarros, sino hasta españoles. Intenté deshacer el entuerto y alguien sensato de entre ellos me dijo, poco más o menos, que no le diésemos demasiada importancia, que la citada señora estaba muy influida por las tesis de una determinada cadena de radio, de cuyo nombre prefiero no acordarme.
Y es que es para alarmarse que esa perenne gota de agua, o mejor dicho aluvión, esté consiguiendo que la gente llegue a tener tales paranoias, que ese mensaje malvado consiga calar es algo que nos parece inaudito, pero es cierto. Y más inaudito resulta que la citada cadena sea según los entendidos, propiedad de la iglesia. En la misma se da una programación religiosa de una hora y cuarto semanal, según datos recogidos esta misma semana en la revista de la diócesis de Córdoba, en la misma aparecen los espacios religiosos de las denostadas radio y televisión públicas de Andalucía, que aunque no se minutan a simple vista parecen bastante más extensos.
Lucero, es bastante curioso que la cadena televisiva que igualmente a la Iglesia se atribuye, se apellide Popular, pienso que cualquier otro nombre que no tuviese ni esa ni otras posibles concomitancias hubiese servido, en Portugal si ir más lejos se llama Renascença, aunque debe ser mentira que en España sea de la Iglesia, ya que para ver un cura en ella hay que echar una instancia, eso sí, debates vacíos y poco conciliadores, los que quieras.
La vocación de meterse en jardines esgrimida por esa parte de la Iglesia, a la que antes aludía no tiene la menor continencia y lo mismo se carga contra la Educación para la Ciudadanía, que contra la llamada Ley de la Memoria Histórica, en ambos casos han lanzado a las trincheras de los debates televisivos a lo más granado de los movimientos seglares más fundamentalistas, reforzados con algún que otro clérigo de ideas anteriores al Concilio, por supuesto el de Trento, con poco éxito desde luego, y es que por mucho que me he esforzado en encontrar alguna razón concreta que hayan podido aportar a esos debates, la verdad es que no han dicho más que vaguedades y lugares comunes, nada de nada en concreto.
Perdóname Lucero si te aburro, pero hay cosas difíciles de tragar. En la misma revista antes aludida he leído con horror los apuntes biográficos de algunos de los canonizados, martirizados en nuestra provincia, por cierto que las únicas palabras de perdón que se han oído han sido las de sus testamentos. Lucero, suelo ser una persona bastante bien informada y en ningún momento he escuchado a nadie hablando de perdón a sus verdugos, salvo como antes te digo a las mismas víctimas, y ¡si estamos lejos de ofrecer el perdón, la reconciliación y la paz!, ¡a cuanto estamos de ofrecer la otra mejilla!
No se Lucero cuando se inició la postulación de esta causa, pero por pura casualidad ha terminado coincidiendo con la aprobación de la antes citada ley. Esta circunstancia permite establecer ciertos paralelismos y hacerse preguntas, como por ejemplo si en un colectivo que lo mismo que el clerical hubiera estado extendido por la práctica totalidad de las poblaciones sería posible encontrar 498 santos laicos y la respuesta primera que encuentro es en los maestros, ellos fueron víctimas de la otra media España, la una anticlerical y la otra anticultural.
Lucero por fortuna tu eres mudo, ¡horrible sería oírte contar las trágicas escenas que al alba que tu anuncias habrás contemplado!, España no necesita más profetas de ningún signo que anuncien la repetición de antiguos horrores y errores, ni gentes que consigan que inocentes navarros puedan suponer sin el menor fundamento que son despreciados por los andaluces por su condición de navarros, España no necesita que ningún político aunque según él mismo no era español sino catalán, salga a un plató con la sospecha fundada de que en el público había gato encerrado, y responder con desmedida contundencia a quien se lo pareció, aunque luego resultó que el encerrado no era gato, sino gata castellano-leonesa.
Lucero, tú que como todas las cosas fuiste creado por Dios, ayúdanos rogándole que te aumente tu esplendida luz, y que la misma sirva para iluminarnos a los españoles, apartándonos de los fanatismos y volviendo a la luz de la razón, pídele también que no tengas que contemplar en España más albas sangrientas, porque como está el patio escalofríos da al pensar en la que podrían liar algunos individuos que siempre se las arreglarían para que cayendo en el bando en que cayesen, estar en el lugar en donde pudiesen hacer más daño. Pídeselo Lucero.
Rafael Valentín Villar-Moreno
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