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La Mano con Lápiz
03.06.11 RINCÓN DE ARTE - Escrito por: José Peña González. Académico y Catedrático
Con este titulo, en mi opinión no el más acertado, la Fundación MAPFRE presenta en la sala de exposiciones del Instituto de Cultura, Paseo de Recoletos nº 23 una cuidada selección de algunos de los fondos de su famosa colección de dibujos del siglo XX que constituyen la joya de su patrimonio.
Estamos ante mas de un centenar de dibujos de artistas nacionales e internacionales que hacen de de esta colección una de las mas apreciadas de España y que nos permiten tener una visión del arte mucho mas completa. Se ha dicho que el dibujo es lo que hay antes que el arte, como proclamaban en el Renacimiento. Es lo primero que aparece en el mundo de las ideas artísticas. Desde las cuevas rupestres a nuestros días el artista empieza siempre su trayectoria esbozando un dibujo más o menos simple, pero que constituye el cimiento de su futura carrera. Este es el merito de la Colección MAPFRE, que puede presumir de poseer hoy uno de los conjuntos mas preciados de estos elementos en los cuales esta contenida todo el germen del arte del pasado y del presente. Además, lamentablemente, en España poseemos pocas colecciones de dibujos de los grandes de la pintura, por lo que la exposición que ahora se inaugura y que estará abierta hasta el 27 de agosto es una oportunidad única para comprender en toda su plenitud lo que el arte representa y ha representado en nuestra civilización.
La primeras nota a destacar es su diversidad. A diferencia de épocas anteriores la obra sobre papel a partir de la modernidad es algo más que un dibujo preparatorio. Es una obra de arte que anuncia futuros tesoros artísticos. Por eso nos encontramos aquí desde dibujos de Fortuny o Sorolla entre los españoles del XIX a los grandes dibujantes de la guerra civil como Sunyer o Casanovas que dialogan con artistas extranjeros que vienen a España atraídos por el romanticismo de la contienda como Picabia, Schiele o Grosz
La vanguardia artística esta perfectamente representado en el arte abstracto de Barradas, Gris, Delanuy, Bores, o Archipenko.
El surrealismo refleja la presencia obligada en Paris, en muchos casos por razones políticas, de artistas como Dalí, Miró, Luis Fernández u Oscar Domínguez, creador este último de la “decalcomania”, técnica que se inscribe directamente en el círculo artístico de Bretón.
Tras la guerra civil los limites de la vanguardia artística dejan sentir la influencia del realismo alemán que tiene sus mejores interpretes en autores como Julio González, Ángel Ferrant o Eduardo Chillida, cuyos dibujos junto con los de Tapies cierra esta magnifica exposición.
En la misma sede y en las mismas feas puede contemplarse una exposición de mas de doscientas fotografías del gran Eugene Atget que reflejan el viejo Paris del último tercio del XIX y el primero del XX, que revelan la ciudad que no se había visto afectada por la renovación arquitectónica del barón Hausssmann.
Todo ello vale la pena. Lo recomendamos para los que visiten Madrid en la canícula veraniega.
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