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El ESPLENDOR DEL ROMANICO
10.02.11 RINCÓN DE ARTE - Escrito por: José Peña González. Académico y Catedrático
Con este sugestivo titulo, la Fundación MAPFRE presenta en su sede del Paseo de Recoletos de Madrid, nº 23, una brillantísima muestra de los fondos románicos del Museo Nacional de Arte de Cataluña, el famoso MNAC, que alberga posiblemente la mejor colección del románico de España y una de las mejores del mundo.
La exposición se ha montado con arreglo a los últimos avances en el mundo de la museística, con una iluminación que permite gozar e las 59 obras que se han trasladado a Madrid aprovechando el arreglo a que están siendo sometidas las salas dedicadas al románico en el Museo Catalán. Puede afirmarse sin exageración que estos fondos, desde el punto de vista museístico, están mejor expuestos en Madrid que en su Museo propietario. Por unos meses la capital de España se convertirá en la capital mundial del románico, siendo la primera vez que estas piezas salen de su sede barcelonesa y se presentan en Madrid. Hasta la fecha solo habían salido en una ocasión con motivo de la Exposición Internacional celebrada en Paris el año 1937. Este evento ha sido posible gracias a la filantrópica aportación de la Fundación MAPFRE para la remodelación de las salas el museo catalán por un importe de 900.000 euros.
Es antiguo el interés de las clases dirigentes catalanas por la recuperación de su pasado artístico, interés que se vio acrecentado durante la Renaixenca al calor de la tertulia que mantenían en la famosa taberna de Els Quatre Gats, con personajes tan sobresalientes como Rusiñol, Casas, Utrillo y Pablo Picasso. Por cierto de aquí deriva el interés del artista malagueño por el románico al igual que Joan Miró o Antonio Tapies.
En la recuperación de este impresionante tesoro artístico colaboraron artistas como Antonio Gaudí e intelectuales y estudiosos de la talla de Doménech i Montaner y Puig i Cadafalch. Mas tarde la corriente intelectual conocido como el Noucentisme y la aparición de instituciones culturales como el Institut d´Éstudis Catalans en 1907 y el inicio de las obras del palau donde se albergan las obras del MNAC, marcan la trayectoria de una colección de arte que es sobresaliente en lo que al románico se refiere y prácticamente único en el mundo en cuanto a sus pinturas murales.
Con esta exposición podemos adentrarnos en uno de los momentos fundacionales de la cultura europea. El románico no fue solo un estilo artístico. Jugó un papel clave en la transmisión de la cultura occidental, facilitando el dialogo de los distintos estratos culturales, para lo que resulto decisivo el auge de las peregrinaciones religiosas a los tres grandes centros de la cristiandad: Santiago, Roma y Jerusalén. El desarrollo de las ordenes monásticas del Cluny y el Cister facilitaron este dialogo cultural que sirvió de columna vertebral entre los pueblos de Europa.
La muestra esta dividida en cinco espacios diferentes. Empieza por lo que llama el color de la arquitectura en su primera sala. Aquí destaca una obra cumbre: La Lapidación de San Esteban. En la segunda sala podemos ver la escultura monumental procedente fundamentalmente del Monasterio de Ripoll destacando la llamada dovela de Ripoll del siglo XII. La sala siguiente nos permite contemplar la pintura de tabla al temple destacando el Baldaquino de Tost del 1200 que conserva los vivos colores originales. En lugar destacado la famosa Majestad Batlló, una talla en madera entelada y policromada al temple. A continuación la sala destinada a mostrar el llamado tesoro e la iglesia con obras de orfebrería, esmaltes, especialmente de Limoges, palomas eucarísticas y con el famoso Copon de la Cerdeña.
Estamos pues ante una gran exposición que se abre con la reproducción a tamaño real de las pinturas del ábside de Sant Quirze de Pedret, una obra maestra del románico. De todo ello podemos disfrutar desde hoy hasta el 15 de mayo de 2011. No desaprovechen la ocasión.
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