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GTB O LA EXALTACION DE LA IMAGINACION
01.02.11 RINCÓN DE ARTE - Escrito por: José Peña González
 Acaba de cumplirse el centenario del nacimiento en una pequeña aldea del Ferrol de una de las personalidades más poliédricas del mundo cultural español del siglo XX. Me refiero a Gonzalo Torrente Ballester, el ilustre gallego que nos dejo obras fundamentales para nuestro mejor conocimiento. Con tan fausto motivo se presenta en la Biblioteca Nacional de España una magna exposición, recién abierta el 27 de enero y que permanecerá en la capital de España hasta el 6 de marzo.
No podía buscarse mejor continente para albergar de forma casi cinematográfica la vida y la obra de Torrente Ballester. Lector empedernido e infatigable, trabajador de la palabra hasta extremos que cuesta trabajo admitirlo, llevando a sus espaldas una malísima producción que abarca sesenta años de activa producción literaria, desde su temprana iniciación en la literatura con “El viaje del joven Tobías” en 1938 hasta su “Doménica” en 1999, cercana ya su muerte.
Aquí puede hacerse un recorrido por toda su fértil existencia. Expuesta de forma muy didáctica al salir de la muestra se tiene la impresión de haber sido testigo de la experiencia vital de uno de los más genuinos creadores de la España del siglo XX. Los grandes premios acumulados dan fe de ello. Todos enmarcados entre el Nacional de Literatura y el Cervantes pasando por el Príncipe de Asturias de las Letras, junto a otros menores en la constelación literaria si como infinidad de distinciones tanto españolas como extranjeras.
Torrente es la explosión de la imaginación unida a la sutil ironía de su tierra galaica. Con ambas al unísono exploró todos los territorios de la cultura: la creación estricto sensu, el periodismo, guiones televisivos y cinematográficos, interpretaciones de algunos de los pasajes más señalados de la historia patria etc. Sobre todos ellos Torrente deja caer su pluma muchas veces teñida de una suave melancolía que recuerda mucho a su admirado maestro: el gran Cervantes al que siempre rindió pleitesía. Hombre de extensa cultura, fruto de muchas sazonadas lecturas, nos lega un mundo fantástico que puede ser contemplado hoy en nuestra Biblioteca Nacional que ha recogido todo el material que encierra la Fundación Gonzalo Torrente Ballester en Santiago de Compostela. Para los degustadores de la buena literatura basta decirles que no se la pierdan porque estamos ante una de las mejores cosechas que ha dado la literatura española del siglo XX.
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