|
¡Malditos roedores!
07.08.2007 - Escrito por: Felipe Osuna Manjón-Cabeza
¡Menuda papeleta la que tiene que resolver el equipo de gobierno! Todos sabemos que la presencia de roedores en nuestras calles, plazas y jardines es más que desagradable y todavía peor cuando los roedores se cuelan en el interior de los hogares paseando como Pedro por su casa. Las ratas abundan en las inmediaciones de la Parroquia de la Asunción y Ángeles y el que no se lo crea solo tiene que darse una vueltecita a partir de las 10 de la noche, no tendrán que esperar demasiado, ¡siéntense y vean el genuino espectáculo! Las hay de todos los tamaños y lo más curioso es la forma que tienen de desplazarse entre las palmeras, las crías descienden por sus ramas y cuando llegan a la punta ¡zas! un saltito y a la palmera de al lado.
Todo el mundo recordará los plenos correspondientes a los meses de octubre y noviembre del pasado año en los que el portavoz de Izquierda Unida, Manuel Carnerero, solicitó a los delegados de medioambiente y servicios municipales una rápida actuación en la zona de la Plaza Vieja ya que se había detectado una afluencia masiva de roedores. Las fumigaciones que se realizaron no sirvieron de nada pues los animales seguían deambulando por el entorno. La única solución que hizo efecto fue el exterminio del jardín inferior, el que linda con el primer tramo de escaleras. A partir de entonces su presencia disminuyó, quizás por la falta de alimento.
Meses después la situación ha cambiado, ahora es el propio Carnerero junto a su compañera de partido Isabel Montes, concejala de Medioambiente, los que tienen que enfrentarse a una situación de mayor gravedad pues en esta ocasión lo que abundan son las crías, por lo que se desprende que un mayor número de roedores pueda venir de camino.
Lo más curioso es que el ayuntamiento no ha podido afrontar de inmediato este incremento inesperado de roedores debido a que en el momento que los operarios municipales han echado mano a las bolsas de raticida se han encontrado el almacén vacío ¿por qué? ¿quizás sea una falta de previsión?
De todas formas, lo que más preocupa a los vecinos que sufren las consecuencias de esta plaga es acabar con el problema de raíz. Algo que podría tener una solución sencilla (tal y como nos decía esta tarde un vecino) sabiendo que los nidos se encuentran en las copas de las palmeras –además de los agujeros que hay en los troncos, provocados por la metralla del bombardeo del año 1938- lo más fácil sería proceder a la poda de las mismas, colocando además cebos con raticida en las zonas más altas y en el interior de dichos agujeros. También hay que tener en cuenta que no se llegaron a colocar los capuchones metálicos que para la invasión anterior propuso el edil José Luís Arrabal y que, tras la desaparición de los roedores, parecía que ya no iban a ser necesarios.
Por lo pronto y sin que sepamos las medidas inmediatas que tomará el consistorio, les deseamos toda la suerte del mundo para que puedan erradicar definitivamente esta plaga de malditos roedores.
|
|
|
|
|
|