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JARDINES IMPRESIONISTAS
03.12.10 RINCÓN DE ARTE - Escrito por: José Peña González. Académico y Catedrático
Los españoles podemos hoy presumir de reunir en Madrid la mayor colección de obras impresionistas a nivel mundial. La capital de España es sin ningún género de exageración el templo mayor del Impresionismo. Junto a la “Pasión por Renoir” presentada en el Prado y que recoge la extraordinaria colección del Sterling and Francine Clark Institute, el Museo Thyssen Bornemisza ha reunido en su sede central y la Casa de las Alhajas de la Fundación Caja Madrid una importantísima selección de obras con el tema común de los jardines salida de los pinceles de los grandes maestros del impresionismo y el postimpresionismo.
Para esta magna exposición ha contado con la colaboración de la National Gallery de Edimburgo y ello nos permite contemplar hoy en ambas sedes- Thyssen y Casa de las Alhajas- más de 130 obras maestras de la pintura impresionista firmadas por artistas de la talla de Manet, Monet, Pissarro. Renoir, Sisley, Morisot, junto a algunos precursores de este movimiento como Delacroix y Corot, las figuras centrales de la llamada Escuela de Barbizon, así como los principales representantes de la generación siguiente, es decir, Cezanne, Van Gogh, Gauguin, Klimt, Munch y Nolde. En la Sala de las Alhajas están representados los paisajistas españoles con obras de Sorolla, Regoyos, Pla, Anglada Camarasa y Meifren.
El resultado es un catalogo completo de esta corriente pictórica proyectada sobre la pintura de jardines, tema puesto de moda en la Francia de 1860, en donde se abren al publico los primeros jardines que antaño fueron parquees reales y mas tarde incluso los jardines privados de la burguesía francesa. De Francia, como siempre, esta moda se extiende a otros países, aunque en ninguno logro los altos grados de belleza de Francia. Y es lógico que así fuera. El país vecino ha sabido conjugar con la mayor armonía el campo y la ciudad, lo urbano y lo rural. En Francia es difícil distinguir donde termina uno y otro. Es la característica de la cultura francesa que descubrió en los años veinte la pluma magistral de Manuel Azaña, no en balde llamado el “Príncipe de nuestros francófilos”.
Estamos ante un acontecimiento extraordinario, que podemos gozar hasta el 13 de febrero del año 2011. Procuremos darnos un baño completo de impresionismo, estilo del que España no tiene mucha obra, y todo ello en el Thyssen y el Prado en la amable vecindad de la madrileña plaza de Neptuno.
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