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Los toros y la medicina, han estado siempre relacionados desde el punto de vista médico, no solo por la exposición continua a la integridad del torero en cada una de las corridas, sino por la continua referencia a ciertos términos anatómicos , tanto del toro y torero, ya sea en la posible cornada al torero o en las múltiples heridas que se producen en el toro, por eso, cuando celebramos este 150 aniversario del coso taurino egabrense, es bueno recordar y repasar ciertos aspectos de esta fiesta, que conviene tener en cuenta.
EN CLAVE HIPOCRÁTICA: TOROS Y MEDICINA, un artículo de luis felix ruiz sanchez. - Escrito por:
Y todo ello, por un cúmulo de vivencias emocionales, espectáculos que se ven en los tendidos, teñidos de sangre, sudor, arena y lágrimas, situaciones que han hecho despertar en varios artistas y escritores, los más diversos sentimientos, plasmándolo en obras literarias y poemas mostrando los mas diversos estilos.
Llegada esta fecha de efemérides, es bueno reflexionar sobre el trasfondo de la fiesta nacional en sí, y su relación con el acto médico, rozando en ocasiones la tragedia poniéndose de manifiesto en diversas épocas de los anales taurinos, cuando un asta de toro atraviesa el corazón a un torero tan joven como “El Yiyo”, produciéndole muerte casi instantánea o prácticamente hiere de muerte lesionando la arteria femoral al recordado Paquirri, o cuando un caballo aplasta literalmente a un picador provocando muerte por asfixia y aplastamiento de la cavidad torácica, sin olvidar otras trágicas muertes menos recientes como la de Manolete u otros espadas más. Todo ello, haría una larga lista de víctimas, algunas con más repercusión social que otras, recordando sin duda la de Paquirri, por su popularidad y por todo ese halo de misterio que siempre rodeó a su muerte, llevándole a convertirse en un mito del toreo que aún perdura en nuestra época actual.
No me voy a detener en la NO apertura del recién terminado Hospital de Pozoblanco que ya estaba listo y a punto, pero que no estaba en funcionamiento por motivos institucionales, tampoco es cosa de detenerse en la odisea que era por aquel entonces el camino de Pozoblanco a Córdoba llegándose a tardar hasta hora y media en el desplazamiento, ni tampoco en la ambulancia que trasladó al diestro hasta Córdoba, la cual, tuvimos ocasión de verla los egabrenses hace unos años en una edición de Expobética que por mucho que nos sorprenda, era lo que había en aquella época, ni en la precariedad de la enfermería de la Plaza de Toros, circunstancias, que, en cierta medida fueron determinantes para la muerte. Sí es importante, reseñar la delicada zona anatómica, vulnerable especialmente para el sexo masculino, que fue atravesada formando un triángulo anatómico situado en la zona inguinal del muslo, delimitado en su parte externa por el músculo Sartorio, en la parte interna por el músculo aproximador largo y en su parte superior por el ligamento inguinal, formando los lados de un triángulo que por justicia se llama “Triángulo de Scarpa” o “Triángulo de los toreros”, conteniendo los vasos femorales, siendo una vía de entrada muy fácil a las astas de los toros, y produciendo una grave hemorragia si son seccionados dichos vasos, que fue lo que se llevó al malogrado Paquirri, que prácticamente murió desangrado en el camino hacia Córdoba, favorecido igualmente por el largo tiempo que el torero permaneció asido a su verdugo “Avispao”, puesto de manifiesto en ese espectacular video de la cogida que todos recordamos.
Ésto hace que las enfermerías de las Plazas de Toros, deban estar medianamente preparadas para cualquier situación que pueda pasar, desconociendo por mi parte, la situación de la enfermería de la Plaza de Toros de Cabra, por no haberla visto.
Para los toreros en sí, supone un continuo preoperatorio por su parte cada vez que tienen una tarde de corrida, ante una eventual intervención quirúrgica que tuviera que ocurrir desgraciadamente, es como si tuvieran que prepararse cada tarde para una posible operación de la zona abdominal, debiendo estar bastantes horas de ayuno, es por lo que en Plazas de primera categoría, prestigiosos cirujanos toman las riendas del equipo médico de la Plaza de Toros, ganando así un cierto reconocimiento social y de prestigio en su ciudad.
Si bien no tenemos constancia que en los 150 años de historia del coso egabrense, hayan sucedido accidentes taurinos de importancia o mortales, es preciso pedir que haya una buena coordinación entre los servicios médicos, dándose la mano y colaborando entre sí, precisamente, este año en el que dos instituciones celebran su cumpleaños como son la Plaza de Toros y el Hospital “Infanta Margarita” para que en la medida de lo posible, no se lleguen a producir muertes tan absurdas como inesperadas en las que se han visto salpicadas las mas grandiosas tardes de toros.
Luis Félix Ruiz Sánchez
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