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DALÍ Y LORCA: ENTRE LA BOHEMIA Y LA VANGUARDIA
26.09.10 RINCÓN DE ARTE - Escrito por: JOSÉ PEÑA GONZÁLEZ. Académico © de la Real Academia de Bellas Artes de Toledo
Se acaba de inaugurar en la sede madrileña de Caixa Forum en el Paseo del Prado de la capital de España, una exposición que teniendo como protagonistas principales al dramaturgo y poeta granadino de un lado y al pintor catalán de otro, los proyecta sobre la Residencia de Estudiantes, obra preclara de la Institución Libre de Enseñanza, y que este año celebra su primer centenario.
La muestra expone la relación entre los dos genios y propone una nueva lectura de su amistad. Destaca la complicidad artística y personal entre el pintor de Figueres y el poeta de Fuente Vaqueros desde su inicial y calida amistad precisamente en la Residencia en 1925 hasta su enfriamiento en 1928. Esta relación que tiene como telón de fondo las vivencias de ambos en la Residencia, sirve para poner de relieve el clima cultural de la misma y la acción pedagógica llevada a cabo bajo la dirección de Alberto Jiménez Fraud. La exposición es , de esta forma, un homenaje al centenario de esta preclara institución que albergo entre sus muros como residentes nada mas y nada menos que tres premios Nóbel como Juan Ramón, quien bautizo la nueva sede del Alto del Hipódromo con el lírico nombre de “Colina de los Chopos”, Ramón y Cajal y Vicente Aleixandre. Por sus aulas pasaron nombres tan importantes de la cultura occidental como Einstein, Madame Curie, Howard Carter, Gropius, Chesterton, Paul Valery, amen de los españoles Ortega y Unamuno, Américo Castro y Ramón Menéndez Pidal, así como Pío del Río y Juan Negrin el maestro de Severo Ochoa, que frecuentaron su salón de conferencias.
Abundan los originales de las obras de Dalí y García Lorca, si como la correspondencia entre ambos. A ellas se suman cuadros de Picasso, Derain, De Chirico, Pichot y una extensa colección de dibujos del poeta granadino a lápiz, pluma y guasch. Tambien ejemplares de las mas importantes revistas de la época: Residencia, Gallo, Litoral y Revista de Occidente entre otras, además de un buen numero de publicaciones catalanas y francesas, al que era muy aficionado Salvador Dalí. También figurines del atrezzo utilizado en las obras teatrales de Lorca. Por supuesto “La oda a Salvador Dalí” de Federico y el “Sant Sebastiá” daliniano, pruebas estéticas de su mutua admiración. Pero quizás lo más novedoso sea la esplendida colección de fotos de la época que permiten una visión muy cinematográfica pero no menos completa de la sociedad española de la época.
En fin una exposición que vale la pena visitar y que estará abierta hasta el 6 de febrero del 2011.
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