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EL TEATRO LÍRICO ANDALUZ, ANOCHE EN EL AUDITORIO DE CABRA. 22 AGOSTO 2010.
23.08.10 CRÓNICA MUSICAL - Escrito por: Rafael Nieto López
Tras cuatro años de ausencia en el escenario del Auditorio Municipal “Alcalde Juan Muñoz”, volvió a CABRA el Teatro Lírico Andaluz, para poner en escena “La Verbena de la Paloma” del salmantino Tomás Bretón, obra cumbre del género chico.
La simpática y encomiable por su labor, compañía andaluza, nos deleitó con una gran actuación que presenciaron un millar de personas, en una noche agradable de temperatura. Presentaron en dos partes, primero el sainete lírico “La Verbena de la Paloma” y después un Fin de Fiesta, especie de Antología de la Zarzuela, rayando en la perfección.
Bajo la dirección escénica de Pablo Prados, que también hizo Don Hilarión y la musical de Arturo Díez Boscovich, ya conocidos en Cabra, la Orquesta del Teatro Lírico Andaluz, inició el famoso preludio con el Cuerpo de Baile femenino, que fueron los que recibieron los primeros aplausos de la noche. Aparecieron los personajes Don Hilarión (el barítono Pablo Prados) y Don Sebastián, su amigo (encarnado por el tenor Luis Pacetti) entonando el conocido dúo “El aceite de ricino…”.Perfectos. Y ya desde aquí fueron desgranando todos los miembros de la compañía la partitura casi sinfónica del maestro Bretón, que hizo las delicias del público, según las muchas palmas que se oyeron. Y así tuvimos un Julián de altura, el barítono malagueño Antonio Torres, que ya había cantado en Cabra antes, hizo el personaje vocal y teatralmente impresionante, con su gran voz, que para mí fue el triunfador de la noche, sin desmerecer a los demás. Este barítono, que es maestro en excedencia, alterna la zarzuela y la ópera y su agenda está completísima. Y al Sereno Francisco que hizo José Truchado (Barítono) sólo le faltó “el chuzo y el farol”, pero lo que es voz y teatralidad no le faltaron. Otros personajes masculinos secundarios tengo que mencionarlos porque no pasaron desapercibidos: el Tabernero y sus dos amigos de partida, muy graciosos en “sus desfiles”, los dos guardias gallegos y el Comisario que hizo reir en su papel bien dibujado.
Y las féminas, ya al principio conocimos lo bien que hacía su papel de “Señá Rita”, Cristina Romero (Soprano) que cantó con gusto y cómo decía “Julián, que tiees madre”. Y la “familia”, Susana, Lourdes Martín (soprano que ha pisado siempre este escenario, con triunfos), Casta, la rubia, Yaiza Leiva (Soprano nueva en “esta casa”) y Tía Antonia que lo hizo una mezzo que no habíamos visto antes, Susana Galindo, y que bordó su “grotesco” personaje, el público la aplaudió mucho.
El cante flamenco que aparece en la obra con “la soleá” “En Chiclana me crié” fue cantado por Cristina Romero, que gustó, acompañado por la bailaora” Coral Moreno, formando un cuadro plástico bello.
La Orquesta sonó muy bien, la concertino se lució en la “mazurca” y el Director Arturo Díez, que dirigió con seguridad, estuvo pluriempleado, pues también fue pianista y electricista de Endesa, al tener que luchar con “la luz y los cables”. El Coro, perfecto, se nota que es profesional. La escenografía, la propia de estas representaciones veraniegas. El sonido muy bien.
Después del descanso, la segunda parte titulada Fin de Fiesta o Antología de la Zarzuela, fue “presentada” en tono humorístico, por el Director artístico Pablo Prados (español) y Luis Pacetti (inglés), que eran las lenguas que hablaban. Participaron los solistas, coro y orquesta e hizo las delicias del respetable, pues fueron muchísimas las palmas, los bravos …
Comenzó con “La del Manojo de Rosas” (Pablo Sorozábal) Preludio del 2º acto y la Orquesta junto con el Ballet desgranaron las notas de la conocida obra.
“Luisa Fernanda” Mazurca de “Las Sombrillas” ( F. Moreno Torroba). Aparecieron los miembros del coro en el escenario con trajes negros de concierto, quienes unidos a los solistas Lourdes Martín y Luis Pacetti hicieron una soberbia ejecución.
Antonio Torres, después, estuvo magnífico, junto con el Coro, en el “Canto a Murcia” de “La Parranda (Francisco Alonso).
De “Agua, Azucarillos y Aguardiente” pasacalles final, con coro, Pacetti y Prados como solistas, y “despiste” de la flauta incluido. Pasó desapercibido.
“Los Gavilanes” (Jacinto Guerrero) Concertante con las dos sopranos Lourdes Martín y Yaiza Leiva, tenor Pacetti y barítono Torres. “Guarda indiano…” Espléndida.
Y también de “Los Gavilanes”, con el coro, las dos sopranos, tenor y barítono Prados “Amigos siempre amigos”.
El público, en pie, aplaudió muchísimo y tuvimos que cantar TODOS ,“es un decir”, la Amapola (José María Lacalle).
Más de un asistente comentó la estrechez del foso de orquesta en un espacio escénico tan grande, y que se podría ampliar suprimiendo la última escalinata.
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