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EL ARTE COMO REMEDIO A LA CRISPACIÓN
12.06.2007 - Escrito por: José Peña González
En estos momentos de tensión e incertidumbre que sufrimos los españoles, posiblemente una inmersión en el mundo del arte pueda ayudar a tranquilizar los ánimos. Vivimos la semana de la constitución de Ayuntamientos y Comunidades Autónomas, es decir el poder territorial del Estado Español, con la consiguiente necesidad de pactos en muchas corporaciones municipales e incluso alguna autonomía, lo que obligara a nuestra clase política a abandonar por unos días la cascada de descalificaciones a que nos han sometido en la campaña electoral. Por si no teníamos bastante, la reunión en Moncloa entre el Presidente del Gobierno y el del Partido Popular añade un plus de interés político a estas calendas en las que las temperaturas climatologicas parecen haber contagiado a algunos políticos en sus declaraciones verbales.
Como posible remedio para atenuar tanta crispación - la palabra de moda esta legislatura - quizás pueda servir una visita a la exposición abierta en la noche del lunes, día 11 de junio, en el Museo Thyssen Bornemisza de Madrid. Son 23 cuadros de Vincent van Gogh más tres dibujos a lápiz y tiza negra. A esta esplendida muestra del que fuera conocido como “el loco del pelo rojo” se suman dos Pissarro, un Daubigny y dos Cezanne.
Las obras de Van Gogh pertenecen al periodo de Auvers donde acaba de forma trágica la vida del genial loco tras unas agotadoras jornadas de pintura como si presintiera su inmediato fin. En solo setenta días el genial y angustiado Vincent pinto setenta y dos cuadros, treinta y tres dibujos y un grabado. Un ritmo frenético desde el punto de vista de la producción artística que contrasta con la placidez que se desprende de su obra. Lo expuesto es lo mejor de los últimos paisajes debidos a los pinceles del genial artista. La exposición con gran acierto se titula asi: “Los últimos `paisajes” y estará abierta al publico desde hoy, 12 de junio hasta el 16 de septiembre. Vale la pena recorrerla detenidamente, dejarse arrastrar por la placidez que desprenden sus oleos y embriagarse por la técnica y el colorido del artista que supo plasmar en su obra la tradición holandesa con el colorismo de los impresionistas franceses. U n gran acierto desde el punto de vista artístico y una magnifica terapia en estos tiempos tan duros y crispados como los que nos hacen vivir nuestros políticos. Y a ellos, poco dados por regla general a gozar del arte, recordarles que esta semana es la del treinta aniversario de las elecciones del 15 de junio que abren la puerta a la recuperación de la democracia española conjugando un verbo clave en la vida política española: consensuar y acordar.
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