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EL CRUCIFICADO SINDÓNICO DE LA UNIVERSIDAD
07.03.10 - Escrito por: Salvador Guzmán Moral
La imagen del Santo Cristo de la Universidad de Córdoba es la última obra del imaginero Juan Manuel Miñarro López. Será bendecida el próximo sábado 13 de marzo a las 17´00 horas en la iglesia de San Pedro de Alcántara por el arzobispo de Sevilla y administrador apostólico de la diócesis de Córdoba, monseñor Juan José Asenjo.
Como las últimas obras de Miñarro, se trata de un crucificado basado en las características antropométricas del Hombre de la Sábana Santa, pero con un dramatismo que no dejará indiferente nadie. Su autor ha representado la crudeza de una escena con un rigor artístico e histórico muy alejado de las imágenes que estamos acostumbrados a ver en los días de Semana Santa.
El Crucificado de la Universidad de Córdoba se convierte de esta forma en la representación más fidedigna del Hombre de la Sábana Santa y que la tradición cristiana identifica como Jesús de Nazaret. La más completa reproducción cofradiera del cuerpo que fue envuelto por la Síndone de Turín.
Esta imagen, es fruto de las investigaciones llevadas a cabo por el profesor Juan M. Miñarro en el Proyecto conocido como “El Hombre de la Sábana Santa” y que tiene en Cabra y en la Fundación Aguilar y Eslava uno de sus principales referentes. Toda la labor de investigación artística realizada por Miñarro, que es profesor de Escultura de la Facultad de Bellas Artes de Sevilla y miembros del EDICES (Equipo de Investigación del Centro Español de Sindonología) partiendo de las características del Hombre cuyos rasgos están impresos en la venerada reliquia se pueden conocer en el Museo Aguilar y Eslava de Cabra.
La cofradía Universitaria fundada en el 1989 por estudiantes y profesores de la Universidad de Córdoba realizará estación de penitencia desde su sede canónica el próximo Jueves de Pasión, una ocasión extraordinaria de ver esta singular imagen religiosa, exponente ineludible de la más valiosa imaginería contemporánea, alejada en su formas y conceptos de la tan manida, repetida y mal entendida tradición neobarroca, empeñada en llenar los pasos de imágenes amaneradas e indolentes que más parecen maniquíes de un Zara.
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