|
Fin de la campaña
25.05.2007 - Escrito por: José M. Jiménez Migueles
Ya está bien. Tengo la lengua peligrosa y no me gusta implicarme en un tema tan espinoso y chaquetero como es la política local. Porque sé que me van a dar por todos lados. Los del PP me reprocharán que antes los apoyaba, los del PSOE que los apoyé incondicionalmente hace cuatro años, los del PA, que he dicho de todo de ellos en estos tres últimos años. Todos, desde una óptica u otra, podrían venir con la navaja trapera a echarme en cara lo que su intelecto les permita. Porque ya lo han hecho. Lo llevan haciendo desde hace tiempo y me lo volverán a hacer. Me da igual. Hay osas mucho más importantes en esta vida que guardarle la cara a una persona por cuestión de unas siglas políticas.
Y es que no me va. El politiqueo barato, cutre, tan de pueblo que muchos egabrenses destilan en los últimos días es algo que no va conmigo. Me supera. Me repugna.
Y mientras tanto, los partidos políticos haciendo campaña. La más asquerosa que recuerdo. Con octavillas maldiciendo y con tenores señalando con el dedo a personas a las que sólo se intenta manchar su reputación. ¡Miserables! Está por ver cómo acaba el tema de las dichosas octavillas y a quien beneficia electoralmente y a quien no. Está por ver.
A lo que iba: la campaña. No se puede criticar a la misma a nivel local. Es injusto. La estupidez rige en todas las municipales de España. Se premia a la masa dócil, la masa que únicamente se caracteriza por llevar la pancarta de “eh tú, qué pasa con lo que a mi me interesa”, mientras que a los que ejercemos un mínimo ejercicio crítico somos pocos menos que repudiados e ignorados. Se habla de wifis, de uvepeós, de creación de asociaciones juveniles y de no sé cuantos pegos más, cuando estoy seguro que ese mirarse al ombligo no saca a nadie de nada, de hecho ni tan siquiera creo que saque al PA del Ayuntamiento, una Casa Consistorial en la que, y me mojo, el PSOE, por su comportamiento como oposición, no se merece entrar, sobre todo cuando por boca de la Consejera de Gobernación se nos ha recordado que no tenemos muchas más cosas por no ser de color rojo el equipo de gobierno. ¡Anda ya hombre!
Por otro lado no me gustaría dejar pasar la oportunidad de apoyar a mi amigo Felipe Osuna por toda la labor que está ejerciendo tanto en el ABC como, por supuesto en La Opinión de Cabra. Persona a la que ahora se le acusa de todo pero que ha sido el único que más de una vez ha tenido cojones de poner en juego algo más que su sueldo para escribir sin ningú tipo de tapujo cualquier noticia, ya sea a favor o en contra del PSOE, del PP o del PA. También, por supuesto, se equivoca, como todo el mundo y en este caso, con su artículo del blog, creo que también. Pero como he dicho antes, como todos, porque ya veo en el Foro del Lagarto, al que pertenezco y que me encanta, por ser un magnífico espacio de opinión inteligente y libre, frases como “Otra cosa es que los administradores de este foro y algunos foreros habituales hayamos decidido no insertar (insistimos, NOSOTROS, POR NUESTRA PARTE, ¿queda claro?) noticias que provengan de un medio deshonesto que ni queremos nombrar y de una persona que ha manifestado que aquí lo censuramos y que firma como F.O.M.C.”
No es éste, precisamente, el tono que debería imperar en alguien que dice representar a los administradores de este foro. Porque, básicamente, La Opinión de Cabra es un medio con más de 30 colaboradores fijos, de muy diferentes tendencias políticas, como éste que aquí escribe, que si bien piensa que lo mejor en este caso es el voto en blanco, porque asi se cumple con la satisfacción de meterla sin necesidad de olisquear al que huele peor, tiene muy claro el signo político al qe va a votar. Creo que no es justo. Ni para el equipo de personas que dia a dia y sin ningún tipo de lucro hacemos este medio ni muchos menos para una persona a la que se le ha criticado un fallo pero no se le ha loado ninguno de sus muchos aciertos.
Menos mal. La campaña acaba mañana. Y toda esta mierda el lunes. Y menos mal que no he participado. Menos mal. Porque soy de lengua peligrosa.
|
|
|
|
|
|