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Ferias y Fiestas en Alcazarquivir
03.01.10 PEQUEÑAS HISTORIAS DEL MARRUECOS ESPAÑOL (6) - Escrito por: Salvador Guzmán Arroyo
Hace ya algún tiempo que dejé de escribir sobre mis “Pequeñas Historias” en el antiguo Protectorado Español de Marruecos, lo dejé en el Capítulo 5º, que titulaba “Desmanes en Tánger”. Hoy vuelvo a retomar otro artículo que espero sea del agrado de los amables lectores.
Con gran sorpresa hace unos días entraba en Internet en una página denominada “Amigos de Alcazarquivir” y en su sección fotográfica, me sorprendí verme en una fotografía con un grupo de amigos y amigas a orillas del río Lucus, dicha foto fue realizada con mi vieja máquina Paxette y tengo gran curiosidad por contactar con la persona del citado grupo que la ha publicado.
Las historias que hoy cuento están relacionadas con una Feria que se celebró en Alcazarquivir al estilo de una feria andaluza, como una de nuestras fiestas de pueblo, pero ello no era corriente por aquellas tierras marroquíes. Esto ocurría en el año 1953 y me parece que una de las personas importantes en su organización, fue mi querido amigo Paco Cazenave, probo funcionario de Hacienda que prestaba sus servicios en la Intervención Comarcal Militar, como Jefe de Negociado, en la que yo también trabajé con él, como soldado-escribiente.
Este amigo, quiero recordar, fue pregonero en dicha Feria y lo hizo a lomos de un magnífico caballo, vestido a la usanza de la Edad Media y leyendo un pergamino que daba principio a los festejos. En esta fiestas no faltaban los “cachivaches” propios: caballitos, norias, puestos de turrón, coches de tope o “coches locos”… Por cierto, que me gasté mis buenas pesetas en estos cacharros con las amigas de la “pandilla”, que son las que he reconocido en la referida fotografía al principio aludida, en dicha instantánea reconozco a mi buen amigo Emilio, dependiente en la Farmacia de Albarracín de Alcazarquivir, a las señoritas Parra, Cohen, Isabel Alguacil, Conchita Casaus y su hermana Pili. También me observo yo en la imagen, pero no veo a Rubén Peral, soldado como yo de la Mejaznía y que posiblemente fue quien tomó la foto, este buen amigo es de Santa Cruz de Mudela (Ciudad Real), al que le mando un abrazo desde esta página.
También me viene a la memoria que en aquellos días festivos iba yo paseando por la Avenida Sidi Bugaleb, por la acera del Hotel España hacia el centro de la ciudad y al pasar por el patio o zona recreativa de un Grupo Escolar o sede de las Juventudes de Falange, vi a un joven forastero observando a algunos chavales que estaban jugando al fútbol y con gran sorpresa creí reconocerlo. Era un paisano de Cabra llamado Marcial, entonces “cantaor” de flamenco “Marcialillo” o “Manolito de Cabra”, que cantaba en una Compañía de Variedades llamada Kary Mayer y Mery Dugam, que aquella noche debutaba en el Gran Teatro Astoria, teatro-cine muy querido por todos los residentes españoles de Alcazarquivir.
Después de darnos un efusivo abrazo, se extrañó de verme por aquellas tierras marroquíes y nos fuimos para el teatro donde me presentó a varios compañeros artistas de la compañía. Ni que decir tiene que vi la actuación de mi paisano entre bambalinas, que resultó un gran éxito. Luego nos fuimos a tomar unas copas en el Café Alhambra, en Casa de Barranco, en “El Plata”. Porque Marcial, aparte de buen cantaor, era muy ocurrente y un tipo muy gracioso. Algo más tarde nos despedimos, él para continuar al día siguiente su “turné” por todo Marruecos como el nuevo “Niño de Cabra”, imitando al gran Cayetano Muriel que tanto prestigio dio a nuestro pueblo; y yo para dirigirme hacia el Hotel España donde residía...
¡Hasta pronto que volveré con otra de mis “Pequeñas Historias”!
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