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BAJO LA LUNA DE NISÁN
01.04.2007 - Escrito por: Felipe Osuna Manjón-Cabeza
Retumban los acordes de una banda en la lejanía, el rachear de la zapatilla sobre el asfalto, el crujir de la trabajadera, la cadena del incensario que anunica el compas del monaguillo. La candelería en las levantás, el añafil al finalizar la saeta, el quejío de un costalero que mira hacia arriba buscando a su Reina.
Luna de Getesemaní, que brillas entre nubes de incienso, Luna de Pasión que contemplas a un pueblo que vibra con sus tradiciones. Luna que iluminas el Gólgota, tú que fuiste fiel testigo de la Pasión, Muerte y Resurrección de Nuestro Señor Jesucristo volverás un año más a contemplar la misma escena, sin cansarte siquiera pues el dolor se ha vuelto arte y la sangre son hermosos claveles que decoran el calvario de su amargura.
Pasarán los años, pasarán las gentes y tú siempre estarás ahí, en la morada que otros te construyeran. Entre suspiros y quebrantos ante una futuro escrito, Cristo mío de las Penas sudas sangre en lo alto de una piedra de aquel huerto de los olivos. Tú, Luna de Nisán que en Getsemaní alumbraste el momento del último rezo antes de la Pasión, intentarás despertar un año más con tu luz a esos discípulos que al caer en un profundo sueño no fueron capaces de acompañaren los momentos más crueles a su maestro .
Hoy, Domingo de Ramos, la escena de Getsemaní volverá a repetirse en nuestra ciudad si el tiempo no lo impide. Jesús de las Penas rezará en un huerto simulada a base de hojas de acanto, sembradas por las ilusiones de sus hermanos. Un año más, cuando la Asunción y Ángeles abra las puertas de su cancel, el esfuerzo de tantas personas culminará mientra el misterio desciende por la rampa que salva la escalinata. Calle a calle y esquina a esquina, las maniguetas de la denominada ”máquina barroca” arrancarán los aplausos de ese público espectante. Las cartelas caladas iluminran el rostro de los costaleros que se vuelcan en su hacer la levantá más perfecta y la más suave revirá.
A la recogida, los corazones se estremecerán pues todo un año cofrade llegará a su fin, el sueño se habrá cumplido y solo habrá que desear que la ilusión nunca se pierda pues esta escena volverá a repetirse el año próximo bajo el reflejo de la Luna de Nisán.
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