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LAS ARRECOGÍAS DEL BEATERIO DE SANTA MARÍA EGIPCÍACA. BUEN TEATRO.
02.07.09 - Escrito por: Rafael Nieto López
El Aula de Teatro de la Delegación de Cultura del Ayuntamiento de Cabra, que dirige la prieguense Carmen Serrano, nos ha ofrecido el domingo 28 de junio, en el Teatro “El Jardinito” otra obra de categoría, “Las arrecogías del beaterio de Santa María Egipcíaca” del granadino José Martín Recuerda (1926), situada en la España de Fernando VII, en el siglo XIX y en un convento en el que estaban como prisioneras, aunque no era concretamente su “status”, mujeres “arrecogías” (prostitutas) que habían tenido o tenían contacto con los liberales de la época o ellas mismas lo eran.
Una vez más, el Teatro estaba prácticamente lleno y con una entrada casi simbólica de 2 euros, con destino a “Egabrenses solidarios”, presenciamos una actuación excelente de estos artistas aficionados, que no lo parecen, en que nos ofrecieron sus personajes muy creíbles, bien memorizados y magníficamente representados.
Lola Castro (Carmela “La Empecinada), Loli Ponferrada (Chirrina “La de la Cuesta”), Rocío Muriel (Concepción “La Caratauana”), Asu Ocaña (Paula “La Militara”), Maribel Urbano (Rita “La Ayudanta”), Lali Arnáiz (Aniceta “La Madrid”), Charo Ascanio (Dª Francisca “La Apostólica”), Ana Rodríguez (Rosa “La Del Policía”) y MARIANA DE PINEDA a cargo de Isabel Díaz, entre las féminas y Francisco Javier Sánchez en el Juez Ramón Pedrosa con su Secretario, José Antonio García, fueron los papeles principales.
En papeles secundarios, pero de cierta duración, vimos a Rafael Rodríguez (Rvdo. Padre), Carmen Párraga (Madre Superiora), Isabel Cabrera (la díscola Sor Encarnación) y la jovencísima Beatriz Cuevas (Rosa “La Gitanilla”). También en escena estuvieron con actuaciones más cortas Miguel Baró (Monje 1 y Soldado), Adrián Calvo (Monje 2),
Pilar Espinosa (Novicia) y Carmina Cañero y Victoria Morilla (Monjas). Y algunos figurantes.
Con una escenografía, montaje y vestuario de su directora Carmen Serrano, que merecieron los aplausos de los asistentes, nada más que encenderse la iluminación del escenario (no los había presenciado nunca estos aplausos, salvo en versiones de óperas en teatros de EE.UU. –DVD o VÍDEOS) en el que apareció el elenco al completo en una estampa impresionantemente bella, así como una iluminación, realización del decorado y sonido a cargo del personal técnico del Teatro, que también merecieron aplausos, fue un espectáculo digno de cualquier teatro o compañía profesional de primera línea.
Del vestuario diseñado por Carmen Serrano y confeccionado por Ana y Rosi Osuna, hay que destacar todo, los trajes de las arrecogías, el gran vestido de Mariana de Pineda, que salvando las distancias, lo hubiera lucido otra granadina famosa, la Emperatriz Eugenia de Montijo, los elegantes diseños del Juez Ramón Pedrosa y su Ayudante, y el espléndido uniforme del soldado. También detalles como el gran rosario del Rvdo. Padre.
La decoración minimalista, la justa, con su alambrada significativa de la falta de libertad, una luminotecnia que hizo cuadros de una plasticidad muy bella y unos diálogos y gestos de las arrecogías, que dentro del ambiente reinante en el beaterio, no fueron nunca malsonantes ni chabacanos.
El público aplaudió al final (la obra se dio sin descanso pese a su duración) con unos aplausos que duraron varios minutos. También se oyeron bravos.
Enhorabuena a todos por su gran trabajo y a la Delegación de Cultura del Ilmo. Ayuntamiento de Cabra, por mantener esta Aula de Teatro que tan buenas producciones nos ha presentado ya en su existencia.
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