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DIARIO DE CUARESMA: Salvador Guzmán ante su obra
16.03.09 - Escrito por: José M. Jiménez Migueles
Acudí el pasado sábado 14 de marzo a la conferencia impartida por Salvador Guzmán Moral en el patio de cristales del Aguilar y Eslava, donde expuso, de forma magistral, los cánones vigentes desde hace siglos en el arte de tallar a la Dolorosa para después proceder a, sin duda, la parte más interesante de su exposición: la historia material y sentimental de la Virgen del Rosario.
Dejando a un lado los aspectos técnicos de la conferencia, me quedé con un aspecto que creo necesario reseñar: el tremendo cariño que el imaginero guarda a su primera obra. La satisfacción con la que aprecia cómo los hermanos de la Señora del Rosario ven en él al padre de una imagen que tanto significa en sus vidas personales. El compromiso del autor para con su obra. La verdad desnuda ante una imagen sin la que, hoy día, la trayectoria profesional y personal de Salvador Guzmán no sería ni mucho menos parecida. El cariño con el que antaño se forjaron las primeras hechuras de esta imagen: a la sombra de un naranjo de Sevilla, oliendo a azahar cerca del Arenal y teniendo tan de cerca el verdadero rostro de la Gloria que su maestro ya estaba empezando a modelar, mas en mente que en barro.
Hoy día, cuando el mundo del arte cofrade esta cada vez más profesionalizado y el taller está cada vez más distante de la capilla que acoge la obra, es, cuanto menos, satisfactorio comprobar cómo aún quedan artistas que hacen de sus obras hitos fundamentales para crecer, no sólo como profesionales, sino también como personas.
Enhorabuena Salvador. Enhorabuena a la Hermandad.
A seguir creciendo.
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