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Bacón o la pasión velazqueña
07.03.09 - Escrito por: José Peña González
El Patronato y la dirección del Museo del Prado decidió montar en nuestra primera pinacoteca una antológica retrospectiva de Francis Bacón, uno de los artistas mas cotizados en nuestros días, y que sin embargo el autor de esta líneas , con toda seguridad por ignorancia, no acaba de ver ni su importancia ni su trascendencia para la historia del arte.
La justificación de la retrospectiva es doble para los organizadores. De un lado se cumple el centenario de su nacimiento y de otra el hecho que el pintor británico falleciera precisamente en Madrid el 28 de abril de 1992, en una de sus frecuentes visitas a nuestra capital por motivos artísticos y sentimentales. Es conocida su pasión por El Prado de forma especial las salas de Velásquez y Goya, hasta el punto de solicitar un permiso especial para permanecer en el Museo una vez que cerraba sus puertas al publico.
Francis Bacón es un autor no muy conocido entre los españoles , salvo para círculos muy minoritarios. El año 1978 la Fundación March organizo una exposición que sirvió en cierto modo de tarjeta de presentación. Ni antes ni después ha estado presente en nuestras pinacotecas. Ahora entra por la puerta grande del Prado un pintor muy alejado de los estilos artísticos imperantes en este Museo que por cierto negó la entrada ni mas ni menos que a su también adorado pintor Pablo Picasso. Cosas veredes que diría el castizo.
La antológica incluye 62 obras y bastante material documental del archivo de Bacón. También un gran tríptico de 1984 que no se ha expuesto ni en la Tate ni en el Metropolitan de Nueva York. Esta muestra madrileña esta inserta en el ámbito de esos dos esplendidos Museos, ambos mayoritariamente de pintura moderna, frente al carácter mas clásico del museo madrileño. Esta distribuida en diez secciones que recogen lo mas aplaudido de la obra de Bacón, entre ellos el tríptico de 1991 con su autorretrato, montado sobre el de Van Gogh, las variaciones sobre el retrato velazqueño de Inocencio X, posiblemente la obra mas conocida y repetida de Bacón, así como la sección dedicada a los retratos de sus amigos, entre los que destacan los de Dyer, con el que compartió algunos de los momentos sentimentales mas felices de su vida y que se suicidó en 1971, en vísperas de la exposición de Bacón en Montecarlo.
Los estudiosos de su obra han destacado en ella su fragilidad unida a la violencia , la futilidad de la vida, destacando que es , en su opinión, el gran pintor del hombre del siglo XX. La exposición que estará abierta hasta el 19 de abril , se acompaña con una serie de conferencias así como proyecciones de obras maestras del séptimo arte , de la autoría de Buñuel, Eisenstein, Abel Gance, Antonioni y Minnelli, directores cuyas obras influyeron en la evolución artística de Francis Bacón.
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