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Una pintura para el cartel de Semana Santa
20.03.09 - Escrito por: José M. Jiménez Migueles
Ahí lo tenemos: el cartel de la Noche de Ramos, muestra irrefutable de cómo unos pinceles son las herramientas con las que se debe elaborar el cartel anunciador de la Semana Santa de Cabra. No la cámara con mayores megapixeles, ni el photoshop mejor trabajado, ni tan siquiera el flash más potente o la mejor casa de revelado. El cartel de la Semana Santa de Cabra debe ser el espejo simbólico que muestre lo que representa nuestra fiesta mayor: tradición y modernidad, arte y espiritualidad, belleza y patetismo, estruendo y silencio. Una suma de contrastes que no se suele conseguir con una fotografía aislada y que sí puede ser retratada, sin embargo, con el pincel de un genio creador.
Un cartel por encargo, claro. Es lógico que nadie va a trabajar una pintura para presentarla a un concurso en el que probablemente nunca gane. La pintura daría caché, personalidad, prestancia y un salto de calidad a una de las grandes asignaturas pendientes de nuestra Semana Santa. Miren Sevilla, cuyos carteles adjunto. Pueden ser mejor, pueden ser peor. Pero nadie duda que son fruto de una mano artista, de un trabajo de taller, de un tiempo de meditación. Son otro mundo, claro está. E importante, reflejan Sevilla, respiran Sevilla. Casi ná.
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