Una nueva aportación del profesor y escritor Manuel Guerrero Cabrera al Cancionero tradicional con las denominadas «coplas estudiantinas» en cuatro grabaciones que solían cantarse por Carnaval.
Texto 1:
Con la luz que hay en Lucena
se luce el señor inspector,
cuando hace un poco viento,
se queda oscura toa la población.
La otra tarde, mi vecina
en busca su comadre salió
y a la vuelta de la esquina
se ha hecho un bolondrón.
Salpicón me pidió un inglés
con betún ráscame la nuez,
soy Pilato con el plato,
salpicón de jamón.
Texto 2:
Hay varias niñas en Lucena
que gozan por presumir
que na más que polvos
necesitan un cajín.
Se afeitan los cogotes
por ver si pueden cazar
un pollo de estos peras
con la trinchera manchá.
Texto 3:
Manolito Pisaverde
que a la moda quiso estar,
se ha comprado diligente
una trinchera ideal,
y queriendo llevar mugre
pa" llamar la atención,
come el nene con los dedos
y se limpia el refregón.
Texto 4:
Una niña aficionada (x2)
a jugar con el balón
le dijo un día a su novio
le diera una explicación.
Se dirigieron al campo (x2)
con intención de ensayar,
cogen el balón inflado
y se ponen a jugar.
La niña ocupó la puerta (x2)
y el novio con gran maestría
con la pelota rodando
atacó a la portería,
con la pelota rodando
atacó a la portería.
Quiso hacerle una parada (x2)
de esas de marca mayor,
tal golpe le dio en el pecho
que al suelo fue y se cayó;
tal golpe le dio en el pecho
que al suelo fue y se cayó.
La niña recién en el suelo (x2)
pegó un grito de emoción:
¡Viva el campo de deportes
y el manejo del balón!;
¡viva el campo de deportes
y el manejo del balón!
Hemos agrupado estas cuatro canciones porque la informante las definía como «coplas estudiantinas» anteriores a la Guerra Civil, que se cantaban «hace unos 70 años» (1). No hemos encontrado ninguna similitud con coplas de otros lugares y, aunque no afirmemos que sean coplas tradicionales, creemos que sí son populares o parapopulares, destinadas al pueblo, que las cantó durante un tiempo (años 20-30 del siglo XX), en un momento definido (en fiestas, con preferencia en el carnaval) y en una localidad concreta (Lucena).
El texto 1 es una protesta sobre la mala iluminación de las calles de Lucena realizada en tono jocoso. De ella destaca el término «bolondrón», propio de la localidad, con el significado de chichón; y la parte final, que parece emular algún juego de ronda o, quizá, canción infantil, con una serie de oraciones sin sentido, pero con mucha fuerza rítmica.
El texto 2 ofrece una crítica social, por un lado, a las muchachas que se acicalan demasiado con la intención de emparejarse y, por otro, a los muchachos descuidados que deben llevar una especie de gabardina o sobretodo (la «trinchera» de la canción), también en tono burlesco. El empleo de la palabra «pollo» para referirse al hombre joven, que es algo ya en desuso a mediados del siglo XX, confirma lo dicho por nuestra informante de que la copla es anterior a 1936.
El texto 3 refiere de nuevo la prenda «trinchera» con carácter jocoso al describir lo que este Manolito Pisaverde hacía con ella «pa" llamar la atención». Tenemos anotado que la informante recordaba que el tal Manolito era alguien que vivía en la calle Las Tiendas, a la altura de la Plaza de Aguilar.
A diferencia de las tres anteriores, el texto 4, el de la niña aficionada al balón, posee un esquema narrativo claro: la niña va con su novio a jugar con el balón, este lo golpea con fuerza con el pie y le da a su novia en el pecho que cae al suelo, ella se levanta y grita: «¡Viva el campo de deportes / y el manejo del balón!». Además, tiene un esquema rítmico muy marcado, con apoyo en la repetición del primer verso (2) y de los dos últimos. Otra característica que la diferencia de las dos anteriores es que no persigue un aspecto crítico ni burlesco, o no nos lo parece, sino que más bien sugiere exaltar el valor del deporte, apuntaríamos que del deporte femenino, pues a la niña le gusta el fútbol y, aunque recibe un pelotazo en el pecho, se levanta con «emoción» para dar vivas por el campo de deportes.
Juan Parejo Pineda anota que la Estudiantina se fundó en 1928, bajo la dirección de don Juan de Mata Varo. Parejo Pineda anota que sus integrantes iban «vestidos de estudiantes con ropaje de época negro y cuellos de encaje blancos» (3) y que actuaron en el carnaval de aquel año exitosamente. No solamente porque hubiera podido ser el fundador de la Estudiantina, sino también por su completa dedicación a la educación de la música en Lucena, es razonable atribuirle la música de estas coplas a don Juan de Mata Varo. En cuanto a la letra, debido a que en alguna ocasión habían compuesto juntos, mencionamos el nombre de Mariano León, sin que sea definitivo, más bien probable.
Juan de Mata Varo Pino fue profesor de música y compositor (4). En 1921 ya estaba estudiando en Madrid y formaba parte de la Juventud Monárquica lucentina (5); tras sus estudios, logró instalarse en Lucena, donde se implicó musicalmente en todo lo que pudo; tanto es así que en 1929 ya era un músico reconocido en la localidad como maestro (6):
Se sostienen Escuelas gratuitas de solfeo e instrumentalización bajo la competencia de los profesores doña Dolores Aguado Remón, don Manuel Gordillo, don Juan de Mata Varo y don Rafael López, en diferentes locales y Academias, para señoritas, hombres y niños.
Durante la II República siguió implicado en distintos aspectos musicales; por ejemplo, realizó un concierto en el Círculo Mercantil junto a un joven Fernando Chicano al violín, que cerraron con el Himno de Riego, en 1932 (7); y creó la orquestina Masalchi, que participó en el homenaje a don Domingo Honorato Peña (que el Gobierno de la República había trasladado y ascendido del juzgado de Lucena al de San Vicente de Sevilla) en 1935 y los carnavales en el Centro Republicano Radical de la localidad (8); participó también en la fiesta del Libro de 1936 (9). Finalmente, durante la Guerra Civil, no fue depurado como profesor de música, pese a su vinculación republicana (10) y continuó en Lucena dirigiendo un coro femenino de «flechas», que interpretaba el Himno nacional de los sublevados y el de la Falange (11), y componiendo algunos temas de carácter fascista/belicista (12).
Respecto a la Estudiantina, se fundó en 1928 y debió concluir su actividad en 1936, pues nuestra informante indica que con la Guerra Civil dejó de existir. En prensa hemos hallado que no participó en los carnavales de 1932 (13).
NOTAS:
(1) Anoté esta referencia en el año 2001, por lo que la informante se refería a los años 30.
(2) En la grabación la informante no repite el primer verso de la segunda estrofa por olvido o descuido.
(3) Juan Antonio PAREJO PINEDA (2011): Lucena, siglo XX. Grupo Seys, p. 70.
(4) Además de lo apuntado en la nota 12, hemos encontrado mención al cuplé Ni fu ni fa, con letra de Mariano León.
(5) La Voz (1-9-1921), p. 3, y La Voz (23-9-1921), p. 3.
(6) La Voz (29-12-1929), p. 12. Se trata un reportaje sobre Lucena y a Juan de Mata Varo se le nombra en lo tocante a la «educación social de las masas».
(7) La Voz (13-1-1932), p. 6.
(8) Diario de Córdoba (4-2-1935), p.1, y La Voz (23-2-1935), p. 10.
(9) La Voz (6-5-1936), p.2.
(10) Arcángel BÉDMAR (2001): República, guerra y represión. Lucena 1931?1939. Ayuntamiento de Lucena, p. 145: «Juan de Mata Varo Pino, profesor de música, Izquierda Republicana, ex presidente de la Sociedad de Empleados de Espectáculos».
(11) El defensor de Córdoba (26-12-1937), p. 1, y Azul. Diario de F.E.T de las J. O.N.S. (10-1-1939), p. 7
(12) BÉDMAR: ob. cit., pp. 157-8. Se indica que es el autor de los himnos para los Caballistas Aracelitanos y Soy soldado de Lucena, este último con letra de Juan Soca.
(13) La Voz (17-2-1932), p. 4.
Recordatorio: estas grabaciones se realizaron en Lucena (Córdoba) entre 1999 y 2003. Las canciones populares comparten espacios distintos, desde la misma provincia de Córdoba y Andalucía hasta el resto de España e, incluso, Hispanoamérica.