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ALGUNAS NOTAS DE MENÉNDEZ PELAYO SOBRE LA OBRA LÍRICA DE JUAN VALERA
02.07.22 - Escrito por: Rafael Luna García
El pasado 24 de junio, en el acto de homenaje a Valera, el Día de san Juan, ofrecía una disertación el poeta y académico correspondiente en Cabra, Rafael Luna García. Compartimos con nuestros lectores el texto que pronunció nuestro paisano en el Salón del Paseo.
Ilmo. Sr. Alcalde D. Fernando Priego Chacón, estimado Sr. Delegado de Cultura D. Ángel Moreno Millán, respetables miembros de la Corporación Municipal, ilustres patronos de la Fundación Cultural Valera, dignísimo premiado Sr. D. Bryan Perilla Jiménez, queridos medios de comunicación, entrañables familiares y amigos, señoras y señores:
Quisiera señalar, antes de nada, que constituye un alto honor para mi persona disertar -en esta hermosa tarde de San Juan- sobre nuestro paisano, el célebre escritor, diplomático y político D. Juan Valera y Alcalá-Galiano, considerado uno de los mayores exponentes de la literatura española. Me siento, pues, satisfecho y profundamente agradecido por este ofrecimiento; gratitud que hago pública a la persona de nuestro Delegado de Cultura, Sr. D. Ángel Moreno; y también a la de nuestro querido Alcalde, el Ilmo. Sr. D. Fernando Priego.
Y adentrándonos ya de lleno en mi exposición, he de afirmar que he elegido este tema titulado «ALGUNAS NOTAS DE MENÉNDEZ PELAYO SOBRE LA OBRA LÍRICA DE JUAN VALERA» por dos razones fundamentales: por una parte, por tener un contenido acorde con mis preferencias literarias; y, por otra parte, por ser una materia que nos permite adentrarnos y dar a conocer la poesía de Valera contemplada bajo la óptica de uno de los grandes críticos literarios de nuestra literatura.
JUAN VALERA POETA
Componer poesía fue el quehacer predilecto de Valera1. Y así afirmará, en la carta enviada a Menéndez Pelayo fechada, en Washington, el 7 de julio de 1885: «En suma, la razón principal del escribir es la poesía. Los escritos se hacen famosos é inmortales por la belleza y no por la verdad que enseñan» 2.
Tal era su amor a la poesía que no solo a Menéndez Pelayo le envió sus poesías. En carta fechada el 30 de julio de 1895, remitida al célebre compositor y pianista Isaac Albéniz, menciona que le ha enviado en paquete certificado un tomo de sus versos3 .
En aseveraciones del propio Valera, afirma que empezó a aficionarse a la lectura a la edad de seis años, en que leía de corrido, siendo su libro favorito la Historia Antigua del historiador francés Charles Rollin, traducida por Villanueva4 . Ya con doce o trece años había leído a Voltaire, a los poetas románticos, las leyendas de Zorrilla y todos los asombros, espectros, brujas y aparecidos de Shakespeare, Hoffmann y Scott. A todo esto, afirmará que ya era poeta; componiendo versos desde la edad de once o doce años5.
Con quince o dieciséis años conoce y traba amistad con José de Espronceda en los baños de Calatrava de Málaga6. Continúa escribiendo poesía y publicando en algunas revistas. En el año 1844, su padre, como premio por su graduación de bachiller, le da dinero para publicar sus poesías en un tomo 7. De este libro no vendió ni tres ejemplares, lo cual le produjo un gran desengaño y ello lo llevó a recogerlos, afirmando: «[...] todos los ejemplares, los di por no publicados, y me curé de poesías; pero no del todo, pues siempre seguí haciendo versos, aunque no con tanta frecuencía»8.
En 1858 imprime y publica un tomo de poesías, que llevan un prólogo de su tío D. Antonio Alcalá Galiano 9.
Por lo tanto, sus libros de poesía son Ensayos poéticos (1844), Poesías (1858), y, por último, Canciones, romances y poemas (1886), con un estudio crítico de Menéndez Pelayo.
Tal y como afirma el historiador y crítico literario José María Roca acerca de la poesía de Juan Valera:
En su producción poética se puede ver perfectamente la evolución estética de Valera. Partiendo del Romanticismo: entusiasmo desbordante y grito rebelde, llega a la serenidad filosófica y a la majestad de forma propias de la escuela clasicista.
Por educación, por gusto, por temperamento, Valera vivirá apartado de las externas manifestaciones y extravagancias de los románticos, a la vez que se irá afinando más y más su espiritualidad, hasta llegar a la esclavitud de la forma 10 .
Quisiera señalar que la obra poética de nuestro autor recibió elogios de, entre otros, Cánovas del Castillo, Fernández-Guerra, Menéndez Rayón 11 o Narciso Campillo 12.
NOTAS DE MENÉNDEZ PELAYO
Espigando en las notas de D. Marcelino Menéndez Pelayo incluidas en el libro Canciones, romances y poemas, podemos encontrar algunos rasgos que este destaca de la obra lírica de Valera y que proponemos a continuación. Así nos dirá:
El Sr. Valera tuvo como poeta la desgracia de llegar demasiado pronto, de adelantarse á la época en que comenzó á florecer; por lo cual, si es verdad que agradó á algunos pocos y selectos jueces que supieron entender y gustar las novedades que el libro traía, halló, en cambio, cierta frialdad en la masa del público, que aún seguía las corrientes románticas, y también en el ánimo de los críticos, enamorados con exceso de las formas oratorias de la oda académica 13 .
Más adelante, Menéndez Pelayo afirma lo siguiente: «En tal discordia y contrariedad de pareceres, de aficiones, de gustos, de teorías estéticas y hasta de teorías de estilo, justo es que se alce también la voz del Sr. Valera, á quien, como poeta, muy pocos españoles conocen, y que, sin embargo, tiene su nota lírica, propia, original y característica» 14 .
Asimismo, ensalza a nuestro autor, asegurando que Valera es un:
«[...] erudito y pensador, y siendo una y otra cosa en grado eminente y rarísimo, tan eminente y tan raro que quizá tenga el defecto de corresponder á un estado de cultura más adelantado que el nuestro, es forzoso que estas cualidades hayan transcendido á su poesía, informándola (como decían hermosamente los filósofos escolásticos), esto es, dándole alma y vida y muy original carácter. Hay, por consiguiente, en los versos del Sr. Valera, aunque en cifra y de un modo indirecto y simbólico, como conviene al arte, una verdadera doctrina filosófica, ó por lo menos los principios y fundamentos de ésta, mediante los cuales el autor razona sus propios afectos é interpreta el espectáculo de las cosas creadas. Es, pues, la poesía del Sr. Valera poesía reflexiva, erudita, sabia y llena de intenciones, todo lo cual dificulta ó alarga la tarea del comentario. [...] en esta colección de versos hay más jugo y substancia de lo que parece, porque su autor sabe lo que se dice, y canta lo que siente y lo que piensa, al revés de la mayor parte de los que hacen ó hacemos versos en España» 15 .
La obra maestra de Valera como poeta, a juicio de Menéndez Pelayo, es El fuego divino, y ello estriba en la limpieza y serenidad de su estilo. Menéndez Pelayo afirma que pertenece a la escuela de Fr. Luis de León por la métrica; aunque señala que el fondo de las ideas es enteramente moderno, si bien con cierto tinte místico 16 .
LÍNEAS CONCLUSIVAS
A mi juicio, y coincidiendo con el que fuera miembro de la Real Academia Española López-Valdemoro, la diafanidad del discurso, la elegancia espiritual y corporal, y la poesía y la verdad, como cogidas de la mano, que rezumaban las pláticas y destilan todos los escritos de Valera -Tesoro de la Lengua Castellana en el siglo XIX- tienen mucho de las huertas, de las aguas, de los mármoles y del cielo de Cabra, la del Conde, y la de Córdoba, Sultana de Occidente 17 .
Citando a nuestro paisano Antonio Moreno Hurtado, «Valera persigue la estética del arte por el arte. La plasmación del arte se encuentra fundamentalmente en la poesía. Para él la poesía es la expresión de la belleza por medio de la palabra y la labor del poeta será, sobre todo, la creación de lo bello ya que, sólo a través del arte se puede llegar a la perfección» 18 .
Tal y como afirma el catedrático Torralbo Caballero:
«Los versos de Valera están preñados de referencias culturales e incluyen una plétora cosmopolita que únicamente un lector avezado podría desentrañar profundamente. Ciertamente, se echa en falta un manual que analice y estudie de manera pormenorizada la poesía de Juan Valera, y ojalá, más pronto que tarde, los anaqueles de las bibliotecas cuenten con él»19 .
Y quisiera finalizar mi intervención con una aseveración de nuestro autor Don Juan Valera: «[...] afirmo que mis versos, aun con todas sus faltas, valen lo que vale mi prosa, ya que en ellos está en germen, en cifra, en lírico y conciso resumen, todo lo que he sentido, pensado y escrito en prosa, más tarde, con mayor amplitud»20 .
Sr. Alcalde, Sr. Delegado de Cultura, Sr. premiado, señoras y señores, muchísimas gracias por su atención.
NOTAS
1 Cf. ROMERO MENDOZA, Pedro, Don Juan Valera: (estudio biográfico-crítico, con notas), Premio Don Juan Valera 1935. Ediciones Españolas. Madrid, 1940.
2 VALERA, Juan, Canciones, romances y poemas. Madrid, 1885 (Imprenta y Fundición de M. Tello), pp. 14-15. Obsérvese que en todas las citas de este libro se han respetado las particularidades léxicas y ortográficas del castellano de la época.
3 Cf. APARICI, María Pilar, «Correspondencia Juan Valera-Isaac Albéniz (1895-1898). Pepita Jiménez», en: Boletín de la Real Academia Española, LV, 1975, p. 159.
4 Cf. VALERA, Juan, «Noticia autobiográfica de don Juan Valera», en: Boletín de la Real Academia Española, I, 1914, p. 129.
5 Cf. Ibid., p. 130.
6 Cf. Ibid., p. 131.
7 Ensayos poéticos, Granada, 1844.
8 Cf. VALERA, Juan, «Noticia autobiográfica...», op. cit., p. 132.
9 Cf. Ibid., p. 137.
10 ROCA FRANQUESA, José María, «La personalidad poética de Don Juan Valera», en: Revista de la Universidad de Oviedo, Facultad de Filosofía y Letras VIII (41-42) (1947), p. 68.
11 Cf. VALERA, Juan, «Noticia autobiográfica...», op. cit., p. 140.
12 Cf. ROCA FRANQUESA, José María, «La personalidad...», op. cit., p. 65.
13 VALERA, Juan, Canciones..., «Notas de D. Marcelino Menéndez y Pelayo», op. cit., pp. 505-506.
14 Ibid., p. 507.
15 Ibid., pp. 508-509.
16 Cf. Ibid., p. 523.
17 Cf. LÓPEZ-VALDEMORO, Juan Gualberto, «Centenario de Valera. Discurso leído en la sesión pública celebrada en la Real Academia Española el día 21 de diciembre de 1924», en: Boletín de la Real Academia Española, XI, 1924, Pág. 485.
18 MORENO HURTADO, Antonio, Don Juan Valera y su relación con las literaturas europeas, Delegación Provincial de Turismo y Deportes de la Junta de Andalucía, Cabra (Córdoba), 2003, p. 136.
19 TORRALBO CABALLERO, Juan de Dios, «Poesía y Traducción de Juan Valera», en: Traducción y Multiculturalidad, María Pilar Blanco García (ed. lit.), Pilar Martino Alba (ed. lit.), Instituto Universitario de Lenguas Modernas y Traductores, Universidad Complutense de Madrid, 2006, p. 261.
20 VALERA, Juan, Canciones..., op. cit., p. 22.
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