Estaba el señor don Gato sentadito en un tejado.
Ha recibido una carta, que si quiere ser casado
con una gata romana que anda por los tejados.
El gato, al ver la gata, se ha caído del tejado,
se ha roto cuatro costillas, el rabo y el espinazo.
Ya lo llevan a enterrar por la plaza del Pescao.
Al olor de la sardina, el gato ha resucitao.
Con razón dice la gente: «Siete vidas tiene un gato».
Este conocidísimo romance infantil se canta por toda España, así que hay multitud de versiones con ligeras diferencias, como evidencia los numerosos registros que hallamos en el corpus de la Universidad de Jaén (1). En el volumen de Patrimonio oral de la provincia de Córdoba: romancero, cancionero y narrativa, de Alonso Fernández, Alonso Morales, Cruz Casado y Moreno Moreno, se registran siete variantes; el nuestro comparte con todos la parte del entierro y la resurrección («Ya lo llevan a enterrar [...] "Siete vidas tiene un gato"»), y alude a que ha recibido una carta (en otras encontramos «noticia») y que se ha roto cuatro costillas (lo más frecuente son siete), pero hay una diferencia respecto a las demás: que se va a casar con una gata «romana»; respecto a los más de 30 registros aportados en el corpus de la Universidad de Jaén, solamente uno (de referencia catalográfica 1543r), en la Sierra de Cazorla, denomina «romana» a la gata. Tampoco es frecuente que la gata ande «por los tejados» y, así, ninguna del Patrimonio oral de la provincia de Córdoba lo registra y solamente tres del corpus de la Universidad de Jaén, dos de ellas en la Sierra Sur de esta provincia.
En el citado libro de Patrimonio oral de la provincia de Córdoba, se comenta que hay una versión de los sefardíes que vivían en Marruecos en la que el gato se cae al intentar besar a la gata y en la que aparecen unos doctores. Añaden:
Pertenece al género burlesco de los testamentos de animales. Este género deriva de la tradición medieval de los fabliaux. Aunque los textos que hemos recogido dejan de lado la parte testamentaria que antes era un aspecto esencial en la narración (2).
Esto también ocurre en nuestra versión, en la que no hay parte testamentaria. Por último, no hay que olvidar que al final de cada verso se canta maramia miau miau miau.
NOTAS
(1) Puede consultarse aquí:
https://corpusdeliteraturaoral.ujaen.es/archivo?texto=don gato
(2) ALONSO FERNÁNDEZ, ALONSO MORALES, CRUZ CASADO, y MORENO MORENO (2017): Patrimonio oral de la provincia de Córdoba: romancero, cancionero y narrativa. Diputación de Córdoba, p. 4