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La lengua de los documentos del siglo XVIII y principios del XIX: el caso de la Escuela de la Obra Pía de Cabra (Córdoba)
03.11.21 - Escrito por: Sergio Mendoza Delgado
Desde un enfoque diacrónico del español, el interés de la disciplina filológica reside en el análisis de documentos que ofrecen una lengua «mutante» en proceso evolutivo. Generalmente, no es habitual que estos estén datados en siglos lingüísticamente tardíos, como sucede con los textos de la Escuela de la Obra Pía que ordenó fundar D. Alejandro Vida Hidalgo, cuyos vestigios constituyen una indudable fuente de riqueza que rememora textos de siglos pasados.
Si por un motivo destaca la historia de nuestra localidad es por la amplia amalgama de ilustres personajes que desfilan por sus páginas. Por recordar algunos de estos hitos, se pueden citar autoridades como Luis de Aguilar y Eslava, Dionisio Alcalá Galiano o Martín Belda, aunque también es posible mencionar figuras con cierto renombre naturales de esta como Juan Valera, Pedro Iglesias, Ben Moccadem, Juan Soca o Manuel Ruiz Madueño, estos últimos pertenecientes, a su vez, a la estirpe literaria. Sin embargo, relacionado con sus estudios, está documentado el vínculo al municipio de otras celebridades como Niceto Alcalá Zamora o, de menor reconocimiento en comparación con este, Alejandro Vida Hidalgo, protagonista de este artículo nacido en Priego de Córdoba, según se observa en su partida bautismal, dado que fue el «arquitecto»(1) de la Escuela de la Obra Pía en Cabra (Córdoba).
La Escuela de la Obra Pía se ha concebido como una institución que fue ordenada fundar por el presbítero D. Alejandro Vida Hidalgo en su testamento (1763) destinada a la enseñanza. En concreto, dicho centro se caracterizó por la impartición de tres cátedras que eran obtenidas a partir de sucesivas convocatorias públicas a oposiciones: «contar», es decir, Matemáticas; «leer y escribir» o Gramática y, finalmente, «doctrina católica y cristiana», que equivaldría a Religión, asignatura que, posteriormente, propició la construcción, fundación y bendición de un oratorio o capilla anexo al edificio empleado durante las celebraciones eucarísticas en la posterioridad (1776).
En segunda instancia, además de haber destacado como centro académico, este organismo ha ejercido una función de industria agrícola exportadora de aceite, vino, trigo, cebada y otros productos desempeñando, por otro lado, un papel considerable en la compraventa de propiedades, tal y como versa en los inventarios de bienes custodiados en el archivo de la Fundación Aguilar y Eslava, para la recaudación de dinero.
Sin embargo, el hecho más significativo de la Escuela de la Obra Pía de Cabra es que, tras su desaparición, todas sus pertenencias fueron traspasadas e incorporadas al Instituto de 2.ª Enseñanza provocando con el transcurso temporal un periodo de esplendor para la enseñanza local.
A pesar de la indudable relevancia de la Escuela de la Obra Pía egabrense en el plano histórico, el estudio, análisis, catalogación y descripción documental ha despertado el interés por el estado evolutivo en que se hallan las voces textuales desde una perspectiva estrictamente lingüística.
Centrando la atención en mi Trabajo de Fin de Grado (2021), donde se realizó un estudio completo del plano lingüístico por niveles en aplicación al documento histórico más valioso para la ciudad cordobesa, la versión romance del Fuero de Córdoba (s. XIII), se hace énfasis en el nivel paleográfico, ya que los textos de la Obra Pía de Cabra ofrecen un trazo generalmente cursivo asociado a la escritura humanística, aunque también se contemplan indicios, en menor medida, de otras variantes escriturarias que apuntan hacia la letra gótica procesal incluyendo, además, el subtipo gráfico encadenado, y cortesana; pero sobre todo gráfico-fonético debido a las diversas irregularidades detectadas en estos escritos del siglo XVIII y principios del siglo XIX que son equiparables a textos de siglos precedentes con los que se puede establecer ciertas concomitancias.
Así pues, tan solo algunos de los múltiples vestigios lingüísticos «anómalos»(2) que se contemplan en la superficie de sus documentos son los siguientes: deesta, abian, dho, ziento, estubieron, Cordoua/Cordoba, diziembre, Alexandro, escriptura/escritura, provinziales, quarenta, uezinos/vezino, passado, raizes, presuitero, uodegas/bodega, uaxo, zenso, thesorero, sigte, combento/conuento, lisenzia, cuyos/cuia, Joseph/Josef, thenian, quatro, asumpto, aia (haya), combenga, fha, vezno, maior, suyos, uilla, hazieda (con lineta de nasalidad), chanza, io, depo, recividas, azeite, esistencia, veneficio, nuebo, alcanse, cortixo, dilixencia, motibo, q, pribilexio, quaderno/cuaderno, redempziones, muger, collegio, alanzadas/aranzadas, etc.
En el nivel gráfico-fonético, en primer lugar, uno de los fenómenos lingüísticos más frecuentes se trata del betacismo o confusión entre los sonidos /b/ y /?/, presente en términos como es el propio nombre de la ciudad (Cordoua/Cordoba), ejemplo documentado asimismo en el propio documento foral de la ciudad cordobesa. Otras dicotomías que usan indistintamente las grafías u/v/b son uezinos/vezino, formas nominales que se retrotraen, según el CORDE (3), a los documentos solemnes redactados por los escribanos en la corte como los privilegios, las cartas, las donaciones y, especialmente, los fueros de los siglos XIII-XVII; uodegas/bodega y combento/conuento, aunque la forma que utiliza la grafía b sea menos usada, como advierte Martín Aizpuru (2020: 334), palpable, por ejemplo, en otras palabras como motibo, únicamente con 76 casos (4) documentados, o pribilexio (5), con 9 coincidencias. Otras muestras son: nuebo, uilla, presuitero o veneficio, este último presente en más escritos dieciochescos.
En esta línea, en los documentos de la Escuela de la Obra Pía se deja entrever, del mismo modo, la confluencia entre las grafías g /?/ con realización sonora en conceptos tales como muger o collegio y, mayoritariamente, j /x/ con realización sorda en vocablos como pribilexio, cortixo, dilixencia e, incluso, el nombre del fundador (Alexandro). Por otro lado, se observa la indistinción gráfica entre c/z, documentada en numerosos casos como ziento/ciento, diziembre, azeite, uezinos, raizes o provinziales, con un uso preferente sobre la forma gráfica en c de palabras como recividas y precio. Pero a la confluencia gráfica c/z se suma también la alternancia novedosa con la grafía s en los siguientes términos: alcanse, lisenzia y esistencia. En coordenadas diacrónicas, la única documentación existente de la palabra lisenzia, según indica el CORDE, compone el registro léxico de un literato reconocido del Siglo de Oro, Quevedo; mientras que las voces alcanse, con 12 apariciones encuadradas en torno a los siglos XVI-XVII, y esistencia (6) sí que han perdurado hasta el siglo XX.
Otra cuestión lingüística reseñable es la abundancia de palabras cultas o etimológicas. Esto se observa en voces que hacen alusión a expresiones numéricas o relacionadas con estas como quatro o quarenta y thesorero y otras como asumpto (del lat. ASSUMPTUS) o redempziones (del lat. REDEMPTIONEM) con múltiples hallazgos en los siglos XII-XIII que se trasladan hasta los siglos XIX y XX. Sin embargo, más interesantes todavía son aquellas ocurrencias que alternan la variante etimológica con la patrimonial como cuyos/cuia. Algunos dobletes léxicos localizados y, tras ello, analizados en los escritos de la Obra Pía son escriptura/escritura y quaderno/cuaderno:
Caso 1 Siglos Documentaciones Siglos Documentaciones
Escriptura XV-XVI 1081 XVIII-XIX 109
Escritura XV-XVI 362 XVIII-XIX 478
Tabla 1: Demostración doblete escriptura/escritura
Caso 2 Siglos Documentaciones Siglos Documentaciones
Quaderno XV-XVI 261 XVIII-XIX 24
Cuaderno XV-XVI 22 XVIII-XIX 62
Tabla 2: Demostración doblete quaderno/cuaderno
En este sentido, los resultados extraídos a través de los casos analizados reflejan un uso preponderante de las formas regularizadas frente a las variantes cultas con el transcurso de los siglos, así como, inversamente, una disminución considerable, que no desaparición, de las palabras etimológicas.
Por el contrario, también existen en estos textos de los siglos XVIII-XIX escasos indicios de palabras que introducen grafías consonánticas antietimológicas (thenian). Sin embargo, un caso llamativo, que podría corresponderse con un error del copista durante el proceso de escritura, que afecta no solo a la forma sino al fondo del término, es alanzadas que, si se compara con aranzada, que significa "medida agraria" o "peso de mercancías" (Corominas y Pascual, 1984: 331), vendría a ser lo equivalente a "arrojar una lanza" (Corominas y Pascual, 1984: 576).
Finalmente, otra similitud que los textos de la Escuela de la Obra Pía de Cabra (ss. XVIII-XIX) comparten con los documentos de siglos anteriores es la tendencia escrituraria manifestada en el uso de abreviaturas. Algunas de estas son: dho en lugar de dicho, sigte en vez de siguiente, chanza para chancillería/cancillería, etc.
En conclusión, sirvan los pliegos, cuadernos, libros y pergaminos; documentos, en resumen, de la Escuela de la Obra Pía ordenada fundar por el presbítero D. Alejandro Vida Hidalgo en el pueblo de Cabra (Córdoba), conservados actualmente en el archivo histórico-documental de la Fundación Aguilar y Eslava, para atestiguar y comparar el estado lingüístico, más bien las similitudes gráficas basadas en la poca sistematicidad de uso, de los documentos del periodo comprendido entre los siglos XVIII-XIX con los de siglos previos. Bien es cierto que de la cuestión de la regularización ortográfica se han venido ocupando sucesivas autoridades, pero no es hasta el siglo XVIII con la Ortografía de la Lengua Castellana (1741) de la Academia Española cuando se produce «el desarrollo pleno de las nuevas cuestiones ortográficas» (Hernando Cuadrado, 1998: 237). Por tanto, estas «intentonas» regularizadoras han propiciado que formas léxicas utilizadas en los textos documentales de la Obra Pía, objeto de estudio, como vezino, con 2.676 documentaciones entre los siglos XV-XVI y 108 apariciones en los siglos XVIII-XIX, con base en el CORDE; o quaderno y escriptura (7) sean reducidas, pero no suprimidas, en relación con sus variantes modernizadas.
Notas
1 Entiéndase el término como planificador de un proyecto.
2 En un estado lingüístico cambiante.
3 Corpus Diacrónico del Español.
4 Todas las apariciones están consensuadas a través del CORDE.
5 Caso documentado con la variante gráfica g (pribilegio).
6 A pesar de que la forma existencia se documenta por vez primera en el siglo XIV en una traducción que Juan Fernández de Heredia efectúa sobre las Vidas paralelas de Plutarco, esta variante es única y exclusiva de los siglos XIX-XX.
7 Véanse tablas 1 y 2.
Referencias bibliográficas
Corominas, J. y Pascual, J. A. (1984). Diccionario crítico etimológico castellano e hispánico. Gredos.
Documentos históricos (ss. XVIII-XIX), Archivo Histórico Fundación Aguilar y Eslava (AFAYE/03 Escuelas de la Obra Pía).
Hernando Cuadrado, L. A. (1998). Fonética, fonología y etimología. A propósito de las primeras reformas ortográficas de la Real Academia Española (1726-1815). En C. García Turza, F. González Bachiller y J. J. Mangado Martínez (Coords.), Actas del IV Congreso Internacional de Historia de la Lengua Española (pp. 229-237). Servicio de Publicaciones de la Universidad de La Rioja.
Martín Aizpuru, L. (2020). La escritura cancilleresca de Fernando III, Alfonso X, Sancho IV y Fernando IV. Estudio paleográfico y gráfico-fonético de la documentación real de 1230 a 1312. Peter Lang.
Mendoza Delgado, S. (2021). Los fueros castellanos y su valor para la historia de la lengua: estudio lingüístico-filológico de la versión romance del Fuero de Córdoba (s. XIII) [Trabajo de Fin de Grado, Universidad de Córdoba].
Real Academia Española. (s.f.). Corpus Diacrónico del Español (CORDE). https://corpus.rae.es/cordenet.html
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