|
Sonetos adolescentes
03.04.21 - Escrito por: Antonio Serrano Ballesteros
28
Me dormiré cansado de esperarte
en el confín dorado del ocaso,
con la nube fugaz que en cielo raso
avanza por llegar a cualquier parte.
Ganador de mi sueño, tu estandarte
ondeará conmigo tras tu paso
y soñaré que Amor, al ser escaso,
acrecerá de nuevo por gozarte.
Y soñaré algún tiempo entretenido
por hacer las entrañas a la espera,
soñaré que el silencio no es olvido
por hacer la esperanza llevadera,
y, aunque dude mi pecho adormecido,
soñaré tu llegada venidera.
29
Si la jaula vacía no es motivo
de regocijo para el pajarero,
tampoco indica que sea certero
que un pájaro en la jaula fue emotivo.
No habrá jamás prisión que sea recibo,
ni contumaz grillete pie ligero,
si del preso no saca carcelero
y del bruto guardián gentil cautivo.
Que nadie desespere, una migaja
de limpia libertad al condenado
por mérito de la expectación llega,
como una lima que al rozar rebaja
un suplicio sin fin desmesurado,
y un volver a empezar que nada niega.
30
Yo quisiera dejar deshabitadas
mis dolidas entrañas de poeta
y poblarlas con luz anacoreta
de las noches más claras y estrelladas.
Yo qué diera por verlas repobladas,
por colmar de fulgores su incompleta
sonata sideral, su sed inquieta
de caminos y rutas dilatadas.
Y en claridad total, con todo en calma,
tañería las cítaras de mi alma
con brisas levantadas por mis manos,
en cualquier dirección, con presto paso,
de norte a sur, del alba hasta el ocaso,
en un cruce plural de meridianos.
|
|
|
|
|
|