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Reputéselo (II)
07.03.21 - Escrito por: Lourdes Pérez Moral
 A Manuel Osuna Bujalance
Sobre base documental, entre ella la entregada por el Ducado de Sessa a los hermanos mayores antaño mayordomos y que una disputa familiar motivaría que se perdiera para siempre, de la Corte señala el siglo catorce para la erección o al menos la existencia de un templo lo cual, "unido a la tradición constante, que fija el descubrimiento de la Sagrada Ymagen inmediatamente después de la conquista de Cabra, nos mueven a pensar que debió levantarse aquel. Sea como quiera, "la Yglesia actual es de una sola nave con cruzero y media naranja, en forma de cruz latina con los brazos muy cortos pero sin faltar a la regularidad y al buen orden. La traza es sencilla, robusta, amplia y sin ornatos. Su longitud desde la puerta inferior hasta el muro del altar mayor es de setenta y cinco pies y cinco pulgadas y su latitud de veinte y medio pies, ensanchándose por el cruzero hasta treinta y cinco pies y tres pulgadas. En las pechinas de la media naranja estaban cuatro relieves de los Evangelistas, los cuales, así como el cascaron del cruzero y del techo de la nave tallados en madera del peor gusto churrigueresco, se quitaron en tiempos del Sr. Coronel de Yngenieros D. Felipe de la Corte y Coca, hermano mayor".
"La Yglesia -continúa- "está precedida de un pórtico que se incluye de muros adentro y tiene este de latitud veinte y dos pies y medio por diez y medio de longitud, con dos puertas, la una al templo y la otra al campo que mira al Mediodía. En las paredes del pórtico esisten colgados huesos de ballena, muletas, balas y otros muchos objetos, que atestiguan algunos de los infinitos milagros obrados por Ntra. Sra. siendo entre aquellos notable un caimán de gran tamaño a quien llama el vulgo el lagarto y está pendiente del techo".
Y el retablo del Melchor de Aguirre cuyas esculturas ya estaban "pintadas de colores al óleo en los ropajes, carnes y demás. Las tres parecen de mano torpe y nada honran a su autor" así como el altar de San Pedro -"primero del cruzero en el muro de la derecha, tiene un mezquino retablo de yeso en blanco hecho recientemente"- y Santa Ana a la izquierda -"una pesada máquina, abrumada de follajes sin orden ni concierto. Parecidos al anterior eran los cinco altares de la nave, tres a un lado y dos a otro" dedicados a la veneración de Santo Domingo, San Francisco de Asís, San Rodrigo, San Francisco de Paula y San Juan de Dios: "de sus maderajes solo quedan los nichos pegados a la pared y es lástima que se conserven las estatuas que son pésima obra del pintor Amaro, a quien el Mayordomo Lorite tuvo asalariado para estos y otros despropósitos del arte".
De los pilares del templo arrancaban ahora diez ángeles mancebos porque antes eran doce y tenían otras tantas lámparas de plata en las manos, "mas hoy, están reducidas a seis, todas en el cruzero, las cuatro en los estremos o ángulos y dos en el centro de las cuales la mayor que pende del arco toral pesa cuarenta marcos, seis onzas y tres adarmes y fue donada por D. Josef Aguayo en 1776".
El pavimento del crucero y presbiterio era todavía de mármol blanco y encarnado y allí descansaban, supuestamente para la eternidad, aquellos "especiales bienhechores de su Santuario en dos épocas distintas".
En 1828 se edificaba "desde el cimiento el camarín de Ntra. Sra. que está detrás del altar mayor y tiene su entrada por la sacristía. Su figura es octógona y la fábrica de mampostería, pintada por dentro imitando mármoles, con las cornisas y aristas doradas, exornando el friso diferentes atributos de la Virgen". Sobre el pórtico del templo, "en el muro de la derecha que mira al lado de Poniente" se elevaba la espadaña con dos campanas que hizo fundir Ruano en 1829.
El resto del Santuario era "un patio de no muy amplias dimensiones, con pilares y galería baja por tres lados no completos, rodeados en ambos pisos por varias oficinas y habitaciones, entre las que se cuenta la del Hermano Mayor, la del Cabildo o Ayuntamiento de Cabra, la de los Capellanes y otras diversas para las personas de alguna valía que visitan el Santuario. La puerta principal mira a Oriente y frente a ella al otro estremo del patio, se ve un pequeño transito que comunica con la Yglesia por medio de un arco. Allí también se conserva la memoria de algunos milagros de Ntra. Sra." y, sobre esta puerta, había escrita una décima vulgar hoy desaparecida: "como Pedro es piedra tiene / su corazón en la Sierra / donde su tesoro encierra / que el corazón le entretiene / su fuerte amor se mantiene / una montaña estraña / y pues en graciosa maña / el corazón le derrite / será, Señora, Lorite / mayoral de tu montaña".
La fabrica del Santuario, "nada tiene de notable, aunque debemos confesar que es ventilada y alegre por su aspecto. Respecto a la fecha de su edificación, si bien dijimos que nos parece más reciente que la del templo, es el concepto de lo que hoy existe, cuya forma indica reparaciones no muy antiguas que han trocado sin duda la vieja distribución del edificio".
A pocos pasos de la Santa Casa y, "frente a la esquina del templo que mira al Sudoeste, se venera la cueva, donde afirma una constante tradición y varios antiguos manuscritos que estuvo oculta la Ymagen de Ntra. Sra. durante la ocupación del Reyno de Córdoba por los Sarracenos. La boca de la gruta mira hacia Poniente y puede distinguirse desde Cabra sin mucho trabajo. Es de pocas varas de profundidad y, después de caminar por ella horizontalmente casi al nivel del terreno exterior, se desciende por una escalera de mano a otro segundo piso, colocado por la naturaleza debajo del primero. En este último espacio se afirma que estaba la Virgen y, para conservar hoy aquel lugar a salvo de cualquiera irreverencia, existe en la entrada un sencillo marco de piedra blanca cerrado con reja de hierro, en cuyo centro se lee que se hizo esta obra siendo Hermano Mayor D. Felipe de la Corte. Año de 1824".
Foto portada 2. Cueva de las apariciones. Fuente: Libro María Santísima de la Sierra Coronada. Tomo 1. 2005.
Foto 2.1. Interior Iglesia. Fuente: Libro María Santísima de la Sierra Coronada. Tomo 1. 2005.
Foto 2.2. Exterior Santuario. Fuente: Libro María Santísima de la Sierra Coronada. Tomo 1. 2005.
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